“Me golpeaban en el cuello, en la cara…me decían que sabían dónde estaba mi hijo”
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Isela es una mujer joven de nacionalidad rumana. Llegó a España en el año 2012 buscando oportunidades para mejorar su vida y la de su hijo. Sin embargo, lejos de cumplirse sus expectativas, fue engañada con una oferta de trabajo falsa para el servicio doméstico, y fue obligada y explotada en el ejercicio de la prostitución por dos hombres de su misma nacionalidad. «Tú no te vas a ningún lado», cuenta la joven que le dijeron sus compatriotas cuando supo que no iba a trabajar como interna y quiso escapar. «Me golpeaban en el cuello, en la cara… me decían que sabían donde estaba mi hijo, dónde trabajaba mi familia», recuerda Isela.
Consiguió escapar de esta situación, acudió a la policía y fue derivada al Proyecto Esperanza, de las Religiosas Adoratrices, para recuperarse física, psicológica y emocionalmente. Después de estar durante un año en los recursos de acogida del proyecto, y tras recibir apoyo integral (jurídico, social, educativo y psicológico) Isela ha logrado encontrar trabajo y establecerse de forma autónoma. «Seguimos en contacto con ella y somos testigos de su coraje y de su fortaleza para rehacer su vida y retomar sus sueños», señalan desde el Proyecto Esperanza.
Para dar a conocer su historia, que es la historia de tantas mujeres, el proyecto ha producido un video de sensibilización de 6 minutos enfocado a visibilizar la violación de derechos humanos que supone la trata, a través del testimonio de una víctima. Esta herramienta audiovisual forma parte de un proyecto de sensibilización más global que ha contado con la financiación de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
