Los seminaristas de Huancavelica esperan el ansiado órgano tubular
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En el seminario menor "San Juan María Vianney" de Huancavelica en el Perú hay una escuela de enseñanza de música clásica, una feliz iniciativa promovida por el desaparecido obispo irlandés Demetrio Molloy.
Tan en serio está incorporado este arte en la formación de los muchachos, que durante sus presentaciones la gente reconoce que, aún a 3600 metros de altura, se puede apreciar el auténtico "Gregoriano de los Andes".
Hoy los formadores del seminario tienen el firme propósito de enseñar a los niños a ejecutar el órgano de tubos para su posterior desarrollo profesional, pero aún les falta armar este clásico instrumento que les llegará como donación desde los Estados Unidos.
El Gregoriano de los Andes
Durante una visita que hicimos a la ciudad de Huancavelica, tuvimos la oportunidad de conocer la gran obra desarrollada en esta aún pobre Iglesia de la sierra peruana, guiada con gran impulso durante décadas por el hoy llorado obispo Molloy.
El corolario de esta experiencia fue la sorpresa que nos organizaron: la interpretación de bellísimas melodías por el coro y la orquesta del Seminario menor en el auditorio principal, cuyos acordes y notas eran de una factura impecable.
Estaban allí al frente los famosos niños, interpretando con sus voces e instrumentos las más bellas obras clásicas. Y no solo estas, sino también un repertorio ancestral quechua recopilado gracias a una minuciosa investigación.
La música debe continuar
Con el dinero recaudado en una campaña relámpago, los representantes de la Diócesis viajaron a los Estados Unidos para recoger el ansiado órgano tubular marca Austin, donado por una arquidiócesis que iba a reemplazarlo con otro.
Hace pocos días supimos que el órgano llegará pronto a Huancavelica, con el fin de ser armado y afinado. La expectativa es grande, especialmente entre los niños cantores que sueñan con barnizar sus voces a través de los sonidos particularísimos de este preciado instrumento.
Sin embargo, el montaje de las delicadas piezas no tendrá cuándo empezar, debido a que los formadores del seminario no cuentan aún con los miles de dólares que les demandará llevar a un especialista y cubrir los demás gastos.
Pero como el “Gregoriano de los Andes” no puede esperar…, los sacerdotes y padres de familia están buscando cómo conseguir los fondos a través de campañas y colectas. A esto se pueden unir nuestros generosos lectores escribiendo a: padrecarlos@outlook.com.