El ex secretario de Juan Pablo II explica a Aleteia lo que significaba la oración para el próximo santo papa
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Don Stanislaw fue el secretario de Juan Pablo II durante todo su pontificado y actualmente es cardenal y arzobispo de Cracovia. El 16 de octubre de 1978 fue ordenado sacerdote por Karol Wojtyla, quien también fue su profesor de teología moral. Él ha seguido cada paso de Juan Pablo II, tanto en Roma como en el resto del mundo. Aleteia se encontró con él en Roma…
Juan Pablo II amaba profundamente a los jóvenes y era un gran comunicador. ¿Cuál es el mensaje que le parece más útil para los jóvenes, de todos los que marcaron su pontificado?
“No tengáis miedo”, pero no sólo de abrir las puertas al Señor –él ya le había abierto su corazón al Señor-, sino no tengáis miedo de haceros santos, tened la valentía de convertiros en santos, como dijo en la Jornada Mundial de la Juventud del 2000.
Por esa razón hoy debemos recordar estas palabras antes de su canonización. Él ha demostrado a lo largo de su vida que se puede ser santo siguiendo al Señor, siguiendo el Evangelio.
¿Podría decirnos brevemente cuál es el aspecto de la santidad de Juan Pablo II que usted ha vivido con más emoción en lo cotidiano y que ha podido vivir a su lado?
La oración. Era un hombre de oración. ¿Qué era para él? Rezar significa abrirse al Señor, escucharlo. Por eso él leía constantemente, cada día, la Sagrada Escritura y rezaba con la Sagrada Escritura, con la Palabra del Señor.
Él decía que cuando se reza, se percibe el mundo de otra manera, se juzga de distinta manera, se mira al otro de otra forma. Eso nos ayuda también a amarlo, a amarlo de manera sana, a amar como quiere el Señor.
El cardenal ya ofreció un bello testimonio a Aleteia con motivo de la beatificación de Juan Pablo II, en 2012: