“Alma de Cristo, santifícame…”, una plegaria medieval rezada por san Ignacio de Loyola, y una breve oración del Padre Pío
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Millones de personas han rezado desde hace siglos esta oración justo después de comulgar. San Ignacio de Loyola la incluyó en el texto autógrafo de los Ejercicios espirituales.
Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
Oh buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparta de Tí.
Del enemigo malo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti. Para que con tus
santos te alabe por los siglos de los siglos.
Amén.
Y una oración del Padre Pío también muy rezada después de la Comunión:
Mi pasado, Señor, lo confío a tu misericordia, mi presente a tu amor, mi futuro a tu providencia.