Lo prometió en el reciente discurso sobre el estado de la Unión
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Aunque los datos de la economía de los Estados Unidos han sido este año más optimistas, lo cierto es que el desempleo juvenil, sobre todo entre los jóvenes de las llamadas minorías étnicas, aunque ha bajado ligeramente, pero se mantiene en niveles de alarma.
Un reciente reporte del Buró de Estadísticas del Departamento del Trabajo indicó que la tasa de desempleo entre hispanos bajó en diciembre llegando a un 8.3%. Aún así 2 millones 58 mil latinos siguen sin trabajo, la mayor parte de ellos jóvenes. Y con la población negra pasa otro tanto.
Tomando en cuenta estos datos, y el estancamiento de la reforma migratoria para los hispanos, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, puso el día de ayer en marcha un sistema para ayudar a aumentar las oportunidades para de los jóvenes que pertenecen a minorías negras e hispanas.
La idea de fondo es contar con mayores medidas de orientación, una mejor educación y prevención de la violencia.
En el último discurso del presidente Obama sobre el Estado de la Unión, en enero pasado, anunció que tenía la intención de contactar con importantes fundaciones y empresas para ayudar a los jóvenes mediante el programa ‘My Brother’s Keeper’ (El Guardian de mi Hermano).
Los datos avalan esta urgencia: 86 por ciento de los niños negros y 82 por ciento de los hispanos tienen una capacidad de lectura por debajo de los niveles propios de cuarto curso, en comparación con el 58 por ciento de los niños blancos.
Hay, además, elevadas cifras de jóvenes latinos y afroamericanos que entran en el sistema judicial penal estadounidense y tienen hasta seis veces más probabilidades de ser asesinados que los jóvenes blancos, según datos del gobierno estadounidense.
Un nuevo equipo de expertos del gobierno estudiará los programas que están ayudando a abordar los problemas y recomendará maneras de ampliarlos. El grupo, integrado por diferentes agencias gubernamentales, también analizará las políticas y las regulaciones federales que abordan el problema.
Varias fundaciones se comprometieron con el presidente Obama a invertir al menos 200 millones de dólares en programas que abordan el desarrollo infantil, la educación, la alfabetización en tercer grado y una reforma de la disciplina escolar. Entre las fundaciones figuran Bloomberg Philanthropies y la Fundación Ford.