Monseñor Georg cuenta los días de la renuncia y la cotidianidad del Papa emérito en el monasterio entre libros, música y las visitas de Papa Francisco
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El arzobispo Georg Gänswein cuenta los días de la renuncia y la vida retirada de Benedicto XVI en una entrevista publicada este viernes en el periódico de los obispos italianos, Avvenire.
Monseñor Georg, alemán de 58 años, que conoce muy bien a los dos papas por ser secretario particular del Papa emérito y Prefecto de la Casa Pontificia al servicio de Francisco, aseguró que la relación entre ambos es “optima” y sin contratiempos”.
“El Papa emérito está atento de la vida de la Iglesia guiada por Francisco” añadió. El secretario del Papa emérito confiesa que están en contacto: “Se llaman, se escriben, se ven, pasan tiempo juntos”.
La vida del Papa emérito en el monasterio Mater Ecclesiae transcurre entre la celebración eucarística de las mañanas, la visita de amigos, las lecturas académicas, la música que escucha y toca en un piano que lo sigue donde vaya desde hace más de 50 años, los paseos por los jardines vaticanos y la oración del rosario.
El diario italiano enmarca la entrevista a monseñor Georg en el aniversario de la renuncia de Benedicto XVI y la víspera del 28 de febrero de 2013, cuando se declaró oficialmente el periodo de la Sede Vacante aún estando vivo el Pontífice, algo que no ocurría desde hace 600 años.
Ver también: Benedicto XVI: nadie me presionó para que renunciara
El secretario sabía hace tiempo de que Benedicto XVI tenía la intensión de renunciar. Sus instintos le movieron a decirle al Papa que no lo hiciera, pero como luego admite, “esa era ya una decisión tomada”.
“He mantenido el secreto aunque si no ha sido fácil”. “He sentido un gran dolor como un cuchillo que te lacera las carnes”, confiesa en otra entrevista hecha por la revista italiana, Famiglia Cristiana.
A la pregunta si el escándalo de Vatileaks ha influenciado la decisión de Benedicto, confirma taxativamente que esto no tuvo nada que ver, así como el “asunto de la pedofilia”. Y sostiene que el Papa argumentó su decisión privadamente así: “Yo no tengo las fuerzas que son necesarias en este momento y entonces devuelvo la responsabilidad a quien me la dio, al Señor”.
La coherencia de la decisión del Papa emérito ya se leía en el libro, “Luz del Mundo”, publicado en 2010. “Si un papa se da cuenta claramente de que no es física, psicológica y espiritualmente capaz de manejar las responsabilidades del cargo tiene el derecho, y bajo algunas circunstancias, también la obligación de renunciar” manifestó.
El Papa emérito vive en el monasterio con cuatro memores Domini y monseñor Georg. Recibe visitas casi todos los días. El Papa Francisco ha sido invitado a almorzar varias veces. “Una vez, después de Navidad, el Papa emérito también fue a Santa Marta (la actual residencia de Bergoglio)” confirmó el secretario.
Benedicto XVI, de 86 años, hizo su primera aparición publica después de la renuncia el pasado fin de semana en la ceremonia de creación de 19 cardenales. En esa ocasión, él y Francisco, aparecieron juntos en una ceremonia litúrgica que confirmó ante los ojos del mundo la buena relación y estrecha cercanía de los pontífices.