La sorpresa de una niña al ver la lluvia por primera vez despierta algo en nosotros...
Esta chinita en pijama, emocionada, disfrutando de la lluvia por primera vez, sin importarle el riesgo de mojarse, enfermarse o resbalarse, y gritando “¡Ua!” de alegría por el inesperado, maravilloso y sencillo evento de una buena lluvia bien llovida, me ha llevado a pensar – y creo que podría ayudar a muchos otros a pensar – en el don inmenso de saber maravillarnos ante la realidad”. Lo escribe Mauricio Artieda en su comentario a un vídeo que ha dado la vuelta al mundo estos últimos días, publicado en Catholic Link.
“Sé que muchos no lo tenemos, que nos hemos acostumbrado, que las cosas “importantes” han ocupado el puesto que – cuando niños – tenía la maravilla en nuestras vidas; pero estoy convencido que es fundamental redescubrirlo, desacostumbrarnos a que sólo lo “importante” sea lo importante, porque Dios ha elegido lo sencillo para revelarse”, añade.
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