Bloomberg, ex gobernador de Michigan, urge al Partido Republicano a “no ignorar a los hispanos”
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La reforma migratoria en Estados Unidos se ha convertido en el “tema del año” entre los partidos políticos, de cara a las elecciones primarias que en esta año 2014 se celebran en estados tan importantes como Texas (4 de marzo), o California (3 de junio). También para las presidenciales que se celebrarán en 2015.
Tanto es así que muchos representantes del Partido Republicano –mismo que se ha opuesto en reiteradas ocasiones en la Cámara de Representantes a la reforma migratoria—han insistido estos días en que su Partido debe aprobar reformas y abordar el tema de las 11 millones de personas que viven en Estados Unidos sin permiso legal, con el único objetivo de ser competitivos en las elecciones primarias y, por supuesto, en las elecciones presidenciales
Un bloque electoral en crecimiento
“Un Partido Republicano que ignore a los hispanos de Estados Unidos y se oponga a una reforma migratoria sólo se perjudica políticamente a sí mismo”, dijo el viernes pasado el ex alcalde de Nueva York, Mike Bloomberg.
"Si ustedes están en contra del bloque electoral de más rápido crecimiento en el país, no tienen futuro", dijo Bloomberg en un foro sobre inmigración patrocinado por la Asociación para una Nueva Economía y la Cámara de Comercio de Estados Unidos, en el que estuvo acompañado, entre otros, por el gobernador de Michigan, el republicano Rick Snyder y el ex secretario de Comercio Carlos Gutiérrez, funcionario en el gobierno del ex presidente George W. Bush.
El “bloque electoral” al que se refería Bloomberg es el bloque electoral hispano; la primera minoría étnica de la Unión Americana. Hay que recordar que en las presidenciales de 2012, cuando reeligieron a Barack Obama por cuatro años más al frente de la Casa Blanca, había 23.7 millones de ciudadanos estadounidenses latinos mayores de 18 años capaces de votar.
Esta cifra representó un aumento del 22 por ciento respecto a 2008, en la primera elección de Obama, cuando había 19.5 millones de latinos en Estados Unidos que cubrían los requisitos para poder votar. Se calcula que el próximo año habrá 28 millones de latinos con posibilidad de ir a las urnas. Por lo que los partidos no pueden ignorar esta realidad demográfica.
“Que se auto-deporten”
En 2012, el candidato presidencial de los republicanos, Mitt Romney, insinuó que los inmigrantes deberían "auto-deportarse": ganó sólo 27 por ciento del voto hispano; el resto fue para Obama, que tuvo el apoyo de la comunidad latina en más de 70 por ciento, lo cual lo llevó de nuevo al poder. Los teóricos de ambos partidos –el Republicano y el Demócrata—lo saben. Y van a trabajar en ello.
Por lo pronto, el líder republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, y otros líderes del Partido, están elaborando una serie de principios sobre migración que esperan presentar en el retiro anual del Partido que se va a realizar esta misma semana.
"Necesitamos una reforma migratoria integral. Para ser francos, tenemos un sistema tonto", dijo el ex gobernador de Michigan Rick Snyder, quien describió los esfuerzos de su Estado para otorgar visas de trabajo a los inmigrantes. Agregó que darle visas a los inmigrantes le daría una economía "turbo" a lugares como Detroit, cuna de la fabricación de automóviles en Estados Unidos, y que hoy se encuentra en bancarrota.
HRW: reforma migratoria debería ser prioridad
Por su parte, en su Reporte Mundial 2014, presentado la semana pasada, la organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), enfatizó que el Congreso de Estados Unidos debería promulgar la reforma migratoria a principios de este año y aprovechar los avances alcanzados en el Senado en 2013.
En su capítulo sobre Estados Unidos y los derechos humanos, HRW señaló que la reforma migratoria es "crucial" y debería incluir una vía para el estatus legal de los migrantes sin documentos y defender el respeto a la unidad de las familias. Esto último ha sido el caballo de batalla de la Iglesia católica estadounidense, que ha visto con preocupación que los dos millones de deportados durante las administraciones de Obama son una amenaza real para la unidad de las familias de los inmigrantes.
El Reporte Mundial 2014 de HRW subrayó que la reforma al sistema migratorio “debería incluir medidas para proteger a los migrantes de crímenes y abusos en sus centros de trabajo, así como la salvaguarda de su derecho al debido proceso y enfocar la aplicación de la ley a amenazas genuinas a la seguridad”..
"La reforma migratoria debería ser la prioridad para los legisladores estadounidenses en 2014", señaló la directora del programa para Estados Unidos de HRW, Alison Parker, quien agregó que el Congreso debería aprovechar el apoyo que existe a nivel nacional para la reforma migratoria a fin de crear un "sistema más justo, más efectivo y más humano".