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A cuatro años del terremoto, la situación en Haití sigue siendo de emergencia

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Jaime Septién - publicado el 12/01/14
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La pobreza ataca a más del 80 por ciento de los haitianos

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Este domingo 12 de enero se cumplieron cuatro años del terremoto que sacudió a Haití el 12 de enero de 2010.  Si bien buena parte de la pequeña isla del Caribe fue duramente golpeada por el terremoto, la que llevó la peor parte fue la capital, Puerto Príncipe.

Se calcula que murieron más de 300 mil personas, pero muchas organizaciones de la sociedad civil y de la Iglesia católica, así como de otras confesiones religiosas, han volcado su ayuda al pueblo haitiano.  La reconstrucción sigue en marcha, aunque la pobreza ataca a más de 80 por ciento de los haitianos.

“Me llamo Haití”

Las Cáritas de todo el mundo católico han tenido un papel importantísimo en la reconstrucción y el apoyo a Haití.  Por ejemplo, Cáritas italiana, quien de acuerdo con su informe anual ha realizado o está realizando 146 programas de apoyo directo a la población gracias a una colecta extraordinaria que promovió la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) el 24 de enero de 2010.
Cáritas italiana ha elaborado proyectos de asistencia de los desplazados internos, el sostenimiento de proyectos educativos y formativos, así como la atención sanitaria e iniciativas hídricas, que son parte importante para el desarrollo socio-económico y agrícola local.

Por otra parte –como ejemplo de este trabajo solidario– un grupo de niños haitianos ayudados por una ong española ha hecho un documental para transmitir una visión optimista sobre Haití y su futuro.

El spot de promoción, que es parte del documental “Me llamo Haití”, producido por la asociación audiovisual “Educar desde la Infancia”, se puede ver en Internet: son 28 minutos de vídeo realizados completamente por los niños.

El trabajo de las ong en Haití ha sido impresionante.  Sin embargo, a pesar de los avances y de la reconstrucción, la solidaridad internacional no puede parar.  Los haitianos sufren inseguridad alimentaria, desnutrición, cólera, mortalidad materno-infantil, no tienen acceso a vivienda ni empleos, lo que ha generado un éxodo de haitianos hacia otros países de América y, sobre todo, a la vecina República Dominicana.

La responsable de proyectos de “Manos Unidas”, Jimena Francos, denunció ante agencias internacionales de prensa "la tremenda pobreza que había en Haití antes del terremoto y que sigue habiendo cuatro años después, y que afecta de manera muy intensa al día a día de todos sus habitantes".

Para Francos el reto diario de los haitianos es conseguir comida, no caer enfermos, intentar enviar a sus hijos a la escuela y no caer en las redes del crimen y la violencia, ejercida sobre todo en contra de las mujeres
que se enfrentan al "reto cotidiano" de conseguir "comer hoy, no caer enfermo, intentar enviar a sus hijos a la escuela, y si se tiene la 'desgracia' de ser mujer, no sufrir demasiada violencia.

"La verdadera catástrofe que sufre Haití es el hambre cotidiana, hambre de pan y de justicia, por la falta de interés político de sus gobernantes y de la comunidad internacional por solucionarlo", dijo la responsable de proyectos de “Manos Unidas.

800 mil personas precisan atención urgente

Mientras que la coordinadora de proyectos de “Médicos del Mundo”, Marta Gutiérrez, señaló en que la situación "ha mejorado mucho, también visualmente", después del terremoto de 7,3 puntos en la escala de Richter que devastó el país caribeño en enero de 2010. Sin embargo, ha alertado de que "todavía hay cerca de 800.000 personas que precisan de atención humanitaria urgente".

"Haití sigue necesitando mucha ayuda internacional porque el gobierno no tiene capacidad económica ni técnica para cubrir todas las necesidades de la población", dijo Gutiérrez.

“Médicos del Mundo” y la Cruz Roja, entre otras instituciones, han informado que aún hay entre 150 mil y 170 mil personas que viven en campos de refugiados, después de que sus viviendas fueran destruidas por el terremoto, y que permanecen "en tiendas de campaña, sin acceso a agua potable y en malas condiciones de higiene".

Cáritas Española dio las "gracias al compromiso y a la solidaridad de cientos de miles de donantes anónimos y de entidades colaboradoras" subrayó que la colaboración con el país "constituye una de las mayores prioridades para la cooperación internacional de la organización", una atención que se traduce en una inversión, hasta la fecha, de 22 millones de euros.

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