Nuevo llamamiento del Obispo de Roma por la paz en Siria y en toda la región
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“No nos resignemos a pensar en Oriente Medio sin los cristianos”, señaló Francisco este sábado a cerca de trescientos peregrinos greco-melquitas llegados a Roma para reafirmar los profundos lazos de la Iglesia de Antioquia con el Papa.
“Vienen como testimonios de los orígenes apostólicos de nuestra fe –les dijo al recibirles-. Desde entonces, la alegría del evangelio sigue iluminado a la humanidad, y en ella ustedes caminan, a pesar de las numerosas pruebas que han conocido en la historia y hasta nuestros días”.
“Mi pensamiento va enseguida a los hermanos y hermanas de Siria, que sufren desde hace largo tiempo una ‘gran tribulación’”, destacó el Papa, y añadió: «Rezo por cuantos han perdido la vida y por sus seres queridos. Quiera el Señor enjugar las lágrimas de estos hijos suyos; que la cercanía de la Iglesia los consuele en la angustia y los preserve de la desesperación”.
Recordando la fuerza de la oración y de la reconciliación, Francisco pronunció un nuevo apremiante llamamiento: “Creemos firmemente en la fuerza de la oración y de la reconciliación y renovamos nuestro apremiante llamamiento a los responsables para que cese toda violencia y a través del diálogo se encuentren soluciones justas y duraderas a un conflicto que ya ha causado demasiados daños”.
“En particular exhorto al respeto recíproco entre las diversas confesiones religiosas, para asegurar a todos un futuro afianzado en los derechos inalienables de la persona, que abarcan la libertad religiosa”, continuó.
“Su Iglesia desde hace siglos ha sabido convivir pacíficamente con otras religiones y está llamada a desarrollar un papel de fraternidad en Oriente Medio”, añadió.
El Papa alentó a los peregrinos greco-melquitas a mantener firmes las raíces humanas y espirituales de su tradición, custodiando por doquier la identidad greco-católica, porque la Iglesia entera tiene necesidad del patrimonio del Oriente cristiano, del que son herederos.
También les animó a ser signo visible para todos los cristianos orientales de la anhelada comunión con el Papa.
Dirigiendo su pensamiento al Patriarca de Contantinopla Bartolomé y a las Iglesias ortodoxas, el Obispo de Roma invitó rogar al Señor que nos ayude a proseguir el camino ecuménico, en la fidelidad a los principios del Concilio Ecuménico Vaticano II.
Y auspició también que les ayude a ser siempre cooperadores de la evangelización, cultivando la sensibilidad ecuménica e interreligiosa.