La trata de personas: la forma más extendida de esclavitud en el siglo XXI (Tercera y última parte)
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En una carta del beato Juan Pablo II al arzobispo Jean-Louis Tauran con ocasión de la conferencia internacional “La esclavitud del siglo XXI: la dimensión de los derechos humanos en el tráfico de personas”, celebrada en 2002, señalaba que la trata y tráfico de seres humanos para explotación comercial es “una afrenta a los fundamentales valores comunes a todas las culturas y pueblos, valores radicados en la naturaleza íntima de la persona humana”.
Más adelante, añadía Juan Pablo II que “el alarmante crecimiento de la trata de seres humanos es uno de los problemas más apremiantes con el proceso de globalización; tal que representa una amenaza seria a la seguridad de las naciones individuales y una cuestión de justicia internacional que no puede ser diferida”.
En ese contexto se produjo la llamada del Papa Francisco, a través de la Pontificia Academia de Ciencias y de Ciencias Sociales y de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos para llevar a cabo un seminario sobre la trata de personas vista como “la esclavitud moderna”. La Iglesia católica ha querido reflexionar –con especialistas de todo el mundo—sobre “las personas indigentes y el mensaje de Jesucristo”.
A los gobiernos y autoridades: sean creativos contra el crimen
Tras el coloquio que se llevó a cabo en El Vaticano durante este mes de noviembre, el grupo invitado lanzó llamado a diversos estamentos de la sociedad; en particular, a pidió lo siguiente a los gobiernos y a las autoridades nacionales:
1. En cooperación con las organizaciones de la sociedad civil, incluyendo las de naturaleza religiosa, elaboren planes de acción a nivel nacional para combatir el tráfico de personas, e incorporen en ellos medidas para evitar que las víctimas vuelvan a caer en la situación de trata.
2. Establezcan un mecanismo a nivel nacional para combatir y prevenir el tráfico de personas, y para proteger a las víctimas.
3. Garanticen que los tribunales, los organismos administrativos y las fuerzas de seguridad dedicadas a combatir la trata de personas en todos los ámbitos cuenten con el apoyo necesario en materia política, jurídica y financiera. Esto incluye mejores programas de protección de testigos para aquellas víctimas que estén dispuestas a atestiguar ante un tribunal o suministrar información a la policía a fin de aumentar las posibilidades de aprehender a los traficantes y sus cómplices.
4. Opongan resistencia a la repatriación apresurada, automática e involuntaria de las víctimas del tráfico de personas, y desarrollen programas de reeducación y de suministro de vivienda, con la expectativa de que, siempre que se desee, esto tenga por consecuencia el otorgamiento de un permiso de trabajo en el país de acogida.
5. Tomen medidas urgentes para reducir la demanda que alimenta todas las formas de explotación, en particular la sexual, y penalicen a los clientes de la prostitución como medida disuasiva contra el tráfico sexual. Esto implica el reconocimiento de que el tráfico de mujeres, niñas y niños está intrínsecamente ligado a la existencia de sistemas de prostitución legalizados y a la comercialización del sexo.
6. Garanticen que las empresas estén lo suficientemente reguladas y obligadas a rendir cuentas por los posibles abusos. Asimismo se sugiere que los gobiernos y las autoridades nacionales prohíban el suministro de contenidos sexuales y la publicidad de servicios sexuales en hoteles y otros ámbitos públicos.
7. Consideren el rol fundamental que desempeña Internet, y en particular la pornografía, en materia de facilitar la captación de víctimas de la trata, y legislen contra los posibles daños relacionados. Asimismo, se sugiere que promuevan que en las computadoras se incorpore, en el punto de venta, una “configuración por defecto” que impida el acceso a contenidos pornográficos.
8. Instituyan un sistema obligatorio de registro de nacimientos, el cual deberá incluir la información del ADN de cada individuo registrado en caso de riesgo o necesidad.
9. Garanticen el decomiso de los activos de los delincuentes.
10. Garanticen una adecuada indemnización a las víctimas.
11. Impulsen la investigación financiera, el enjuiciamiento y la condena de los traficantes.
12. Intensifiquen la capacitación de todos los actores pertinentes, en particular los funcionarios en contacto directo con la lucha contra el tráfico de personas, de modo de optimizar su labor en este ámbito.
13. Prioricen la erradicación del tráfico de menores, incluyendo el que tenga por objeto la explotación sexual, y garanticen la identificación precoz de las niñas y de los niños que podrían convertirse en víctimas. Con este fin, sugerimos que estas instituciones consideren medios innovadores, como la creación de bases de datos genéticos a nivel nacional, con el fin de identificar y prevenir el tráfico de niñas y niños.
Un fenómeno que exige la complicidad
La Organización Internacional del Trabajo estima que, a nivel global, entre 2002 y 2010, 20.9 millones de personas fueron víctimas de la trata de personas para la explotación laboral y sexual. Cada año se estima que dos millones de seres humanos son víctimas de tráfico sexual, de las cuales 60 por ciento son niños y el uno por ciento son comerciados para extirparles órganos y venderlos en el mercado negro.
El problema que tanto le preocupa al Papa Francisco, es del tráfico de órganos, afecta, entonces, a cerca de 20 mil personas cada año, lo cual propicia una tragedia humanitaria de dimensiones incalculables. Y como demanda la colaboración de diversos estamentos de la sociedad civil, el seminario sobre trata de personas ha hecho las siguientes recomendaciones a las organizaciones y a la propia sociedad civil:
1. Promuevan campañas de concientización que hagan hincapié en diferentes formas de explotación y pongan especial foco en combatir la demanda que conduce a la explotación sexual y laboral.
2. Generen redes de asociaciones de profesionales que se dediquen, en forma ad honorem, a la lucha contra la trata de personas y a la protección y la asistencia de sus víctimas.
3. Generen recursos en Internet para combatir este fenómeno de dimensiones mundiales, y para impulsar las acciones adecuadas.
4. Realicen gestiones políticas en favor de la creación y difusión de líneas telefónicas gratuitas para las víctimas.
5. Para la comunidad empresarial se pide que instaure códigos de conducta y normas estrictas en materia de transparencia, de modo de garantizar la existencia de cadenas de suministro libres de trabajadores víctimas de la trata y de otras formas de esclavitud.
6. También, que la comunidad empresarial genere conciencia sobre los grandes riesgos y los daños involucrados en la “carrera a la baja”, cuyo objeto es minimizar los costos de mano de obra, pues tales riesgos, que existen de por sí, con frecuencia implican el trabajo forzado.
7. Dentro de las organizaciones sociales, se encuentran multitud de organismos cristianos que deben garantizar la participación efectiva y sistemática de las Conferencias Episcopales, los obispos, el clero, las congregaciones, las parroquias, las escuelas y los medios de comunicación en materia de denunciar y tomar medidas contra la trata de personas.
8. También estos organismos deben incorporar la temática de la trata de personas en la labor pastoral y en los cursos de formación, forjando una comunidad activa contra la trata, y especialmente capacitada para dialogar en nombre de las víctimas con las comunidades diplomáticas, el mundo empresarial, las fuerzas policiales y de seguridad, y otras entidades.
9. Los cristianos deben crear grupos de trabajo dedicados a la problemática del tráfico de personas, los cuales deberán concentrarse en acciones concretas y preparar documentos de posición sobre cuestiones claves que podrían servir de base para declaraciones futuras (por parte de los líderes de la Iglesia) y fortalecer los conocimientos del público en general, impulsando el entendimiento de la población en su conjunto, y fomentando investigaciones de calidad en lo relativo a todas las formas de explotación vinculadas al tráfico de personas.
10. Todas las religiones están llamadas a fortalecer las redes interconfesionales y ecuménicas a nivel local, regional e internacional, de modo de crear un acervo creciente de recursos para ayudar a las víctimas.
11. Permitan que los feligreses de las iglesias locales y de otros grupos religiosos puedan acceder a cursos de capacitación y otros recursos, de manera de promover una respuesta comunitaria adecuada en todas las actividades vinculadas a la lucha contra la trata de personas.
12. Instruyan a las personas sobre la dimensión del tráfico de seres humanos como fenómeno, haciendo hincapié en que constituye una violación grave de los derechos humanos y acojan a las víctimas en monasterios, conventos y casas religiosas, haciendo todo lo posible por evaluar sus necesidades más urgentes.
13. Coordinen la lucha por parte de todas las organizaciones religiosas contra la trata de personas, y garanticen la participación activa de nuncios, representantes religiosos y diplomáticos e instauren una Jornada Mundial de oración, ayuno, acción y reflexión sobre la trata de personas, invitando a todos los individuos, sean hombres, mujeres, niños o niñas, para generar conciencia sobre su deber moral de abstenerse de participar en actividades, como las vinculadas al comercio sexual, que fomentan el tráfico de personas.
Todas las personas de buena voluntad, termina diciendo la Declaración sobre la Trata de Personas de Ciudad del Vaticano (noviembre de 2013), deben colaborar para impulsar estas propuestas “mediante la acción conjunta y el uso compartido de información, de manera de erradicar esta práctica atroz e inhumana de nuestros tiempos”.
Un himno para los voluntarios de todo el mundo
Una de las asistentes a este encuentro, la activista argentina, escritora de libros que narran el infierno de la trata para explotación sexual en su país, Alicia Peressutti, dejó para Aleteia este himno personalísimo al voluntariado. Ella trabaja en una red que está buscando hacer realidad los postulados del encuentro en El Vaticano en Villa María, en Córdoba, Argentina.
Un himno que resume y hace resonar la intención del Papa Francisco al buscar la convocatoria de hombres y mujeres que quieren ser la última generación de los que persiguen el tráfico de seres humanos:
El voluntariado es un estilo de vida…
un estilo que se devora tiempo, familia, amigos…
En medio del desierto de la noche eterna de las causas sociales
quedan aquellos que nos aman más allá del amor…
El voluntariado, desde el alma y más allá de todo,
necesita de pilares que sostienen el techo…
Mi compañero Omar y mis cuatro niños -que ya no son tan niños- , más Jesi la novia de Gino -mi hijito mayor- son los primeros que reciben el impacto de cada acción…
Ejemplo:"me voy de viaje en tres horas y no sé cuando vuelvo"
Y se quedan como Dios manda, acomodando lo que es imposible de acomodar…
encima les dejo la lista "interminable " de recomendaciones,
-rieguen las plantitas
-cuiden a Yaco
-hagan estas llamadas,
etc.
Además de Omar y los chicos, está toda esa otra gente maravillosa. que de manera silenciosa la rema como puede, pero con toda la onda…
Florcita, Eve, Euge, María, Ale, Sonia, Lucas, Hugo y tanta otra gente que le pone el cuerpo a la causa….
en Bricnman, empezaron Celestte y Corina, ahora son muchas
en Río Tercero comenzó el Emi, ahora hay otra gente
en Cruz del Eje está Silvina a full …
en Ucacha están Vero y Graciela
en Bell Ville está Andrea y Vane…
en Ballesteros está la Gra…
en Monte Buey está Ricardo y los chicos…
y así en Santa Fe, en Misiones, en Salta, en Neuquén, en Chubut…
en cada lugar se va sumando gente en lo que puede,,,, llueven las invitaciones, llueven los pedidos de la gente para poder hacer algo, los días deberían tener 48 horas y poder vivir del aire para dedicarme por completo a esta causa…
la solidaridad y el compromiso de las personas, la mayoría mujeres, es impresionante..
el camino es uno sólo, plagado de obstáculos pero también de sentimientos maravillosos…de la felicidad de estar haciendo algo, para cambiar lo que se debe cambiar…
cada persona es un pilar,,, es un granito de arena, y las playas no tienen grandes granos, tienen millones de granitos que se juntan para formarla…
el 2014 , es el año del albergue y la sede de Vínculos, en ningún momento he dudado ni voy a dudar que vamos a construirlo….
mi Fe en Dios y en las personas de buena voluntad es inquebrantable,,,
ente todos como cada cosa que hacemos..
cuando el Papa Francisco me preguntó que necesitaba le dije "Paz"
y de verdad es todo lo que necesito,
lo demás como decía la Madre Teresa "llega solo…"
un abrazo a cada uno
