Auditora en el Concilio Vaticano II y germen de Manos UnidasPilar Bellosillo fue una mujer pionera en el ámbito eclesial y social de España en la segunda mitad del siglo XX. Participó en la acción social poniendo en práctica muchas de las iniciativas nacidas en el Concilio Vaticano II y fue una de las iniciadoras del germen de lo que hoy conocemos como Manos Unidas. En el Seminario de Apostolado Seglar de la Fundación Pablo VI fue propuesta como modelo y testigo para los laicos de hoy.
Biografía
Fue presidenta de los jóvenes de Acción Católica Española y posteriormente de la rama de mujeres. Desde allí llevó una reflexión profunda haciendo que la organización abandonara su actividad puramente apostólica para orientarse a la acción social, especialmente, a través de los centros de Formación Social y de las denominadas Semana-Impacto.
En 1951 entró a formar parte de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) y su actividad alcanzó proyección internacional. Desde esta plataforma lanzó un llamamiento para luchar para erradicar el hambre en el mundo e inició la Campaña contra el Hambre en colaboración con la FAO, en el año 1955.
Esta iniciativa cristalizó, años más tarde, en el nacimiento de Manos Unidas, organización de la Iglesia Católica para la ayuda y promoción de las personas más necesitadas. Su mandato como presidenta de la UMOFC coincidió con el anuncio de la celebración del Concilio Vaticano II, que convocó a la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas a las sesiones preparativas de la reunión eclesial, al ser un organismo consultivo de Naciones Unidas y que además agrupaba más de 35 millones de mujeres del mundo.
En 1963 Belosillo acudió como auditora en el grupo de 15 mujeres, seglares y religiosas, que por primera vez entraban en un aula conciliar. Fue la primera mujer española que participaba en un Concilio como auditora.
Tras ese paso como auditora, reforzó la labor que había iniciado para dar importancia a la mujer en la Iglesia y fue presidenta de las Organizaciones Internacionales Católicas (OIC).
Fuerza que mana del interior
“No se si tendréis experiencia de que algo mana en vuestro interior…de que tenemos una fuente… Jesús dice a Nicodemo que nacemos, que tenemos que nacer del agua y del Espíritu. Yo si la tengo y en ciertas ocasiones la experiencia ha sido más fuerte, casi como una inundación.
Lo identifico también con Eclesiástico… que dice:” Yo por mi parte era como un canal salido de un río…como un arroyo que se pierde en un jardín del Paraíso… Yo pensé, voy a regar mi huerta, voy a regar mis flores… Pero mi canal se convirtió en río y el río en mar…
A esta fuentecilla que mana siempre (de eso tengo experiencia), se le han unido otras muchas fuentes y se ha convertido también en mar. Para mi esta imagen es muy fuerte; lo hemos vivido en nuestra Unión Mundial de Mujeres y en otras asociaciones. Lo vivimos en la Iglesia.
Deseo para todas y todos nosotros, que esta fuente no deje de manar nunca y que siga regando la vida de nuestros hermanos los hombres”.
Son palabras de Pilar Bellosillo en el año 1992 en las que se muestra su gran fuerza interior y su talante que quedó marcado tras su paso como auditora en el Concilio Vaticano II.
Auditora en el Concilio
“Vivió esa etapa intensamente, y fue, ciertamente, el acontecimiento más trascendental en su vida. Ella misma insistiría en el fundamental impacto que este acontecimiento hizo en su vida, impacto que duró hasta su muerte”, explica en su web Manos Unidas, organización nacida del espíritu de esta mujer.
“Aquella experiencia fue madurando, desarrollando diferentes inspiraciones y cambios, propiciando diversas actividades y reflexiones, que enriquecieron de manera decisiva su forma de entender la Iglesia y lo religioso, pero también sirvieron para dar un nuevo sentido a la orientación de su propia vida”, continúa la semblanza que esta ONG católica hace de su inspiradora, de la cual destaca que siempre recordaba los tres temas del Concilio: “la mujer en los textos conciliares, el ecumenismo y los movimientos seglares”.