Iglesias profanadas, edificios destruidos, familias retenidas durante una semana, una ciudad sin suministros
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La pequeña ciudad cristiana siria de Sadad, invadida por las milicias islamistas el 21 de octubre y recuperada estos días por el ejército sirio, llora la muerte de 45 civiles cristianos inocentes, martirizados sin razón.
“Lo que ha ocurrido en Sadad es la masacre de cristianos más grave y más grande que ha tenido lugar en Siria desde hace dos años y medio” declaró el arzobispo Selwanos Boutros Alnemeh, metropolitano sirio ortodoxo de Homs y Hama, a la agencia Fides.
Muchos de los asesinados fueron arrojados a fosas comunes. Otros civiles han sido amenazados y aterrorizados.
Los heridos son 30 y las personas desaparecidas siguen siendo 10.
Durante una semana, 1.500 familias han sido mantenidas como rehenes y escudos humanos. Entre ellos niños, ancianos, jóvenes, hombres y mujeres.
Algunos de ellos huyeron a pie recorriendo los 8 kilómetros de Sadad a Al-Hafer para encontrar refugio. Alrededor de 2.500 familias huyeron de Sadad, llevando sólo la ropa que tenían puesta, debido a la irrupción de los grupos armados y hoy son refugiados dispersos entre Damasco, Homs, Fayrouza, Zaydal, Maskane y Al-Fhayle.
El arzobispo explica que “la ciudad carece por completo de electricidad, agua y teléfono; en todas las casas de Sadad se ha robado y saqueado; las iglesias están dañadas y profanadas, privadas de libros antiguos y muebles preciosos, manchadas con escritos en contra del cristianismo”.
“Las escuelas, edificios gubernamentales, edificios municipales han sido destruidos, junto con la oficina de correos, el hospital y la clínica –prosigue-. A los niños de Sadad se les ha robado el futuro. Muchos hogares no podrán ser reconstruidos”.
“Lo que ha pasado en Sadad – dice – es la mayor masacre de cristianos en Siria y la segunda en Oriente Medio, después de la de la iglesia de Nuestra Señora de la Salvación en Irak, en 2010”.
El arzobispo Selwanos Boutros Alnemeh exclama: “Hemos gritado pidiendo ayuda al mundo entero, pero nadie nos ha escuchado. ¿Dónde está la conciencia cristiana? ¿Dónde está la conciencia humana? ¿Dónde están mis hermanos?”.
“Pienso en todos los que están sufriendo hoy el luto y el dolor: Tengo un nudo en la garganta y me duele el corazón por lo que ha pasado en mi archidiócesis. ¿Cuál será nuestro futuro? –añade-. Pedimos a todos que oren por nosotros”.
Sadad es una pequeña ciudad de 15.000 habitantes, en su mayoría cristianos sirio ortodoxos, ubicada a 160 km al norte de Damasco. Tiene 14 iglesias y un monasterio con cuatro sacerdotes. La ciudad había estado hasta ahora al margen del conflicto.