Sobre el sistema democrático actual en Argentina

Los países tienen momentos en los que se decide su destino histórico, momentos en los que cada individuo que lo puebla debe opinar sobre qué le parece que se deba hacer de cara al futuro. sin embargo estos momentos muchas veces son tan ficticios que hacen perder la esperanza a más de uno.

El sistema democrático basado en el poder reinante o la suma de dinero invertido que signa actualmente a casi todos los países del mundo ha logrado que la decadencia sea el pan nuestro de cada día.

Ya nadie quiere votar, porque ven la falsedad de una participación que no es tal. Hoy sólo se puede elegir a los que tienen el poder, o el dinero suficiente para aparecer. Y los hombres que tal vez están más capacitados para ser verdaderos políticos, es decir, ciudadanos que estén al servicio de los demás y cuyo único fin en el cargo que ocupan sea buscar incesantemente el bien común de la sociedad, no encuentran su lugar, y quedan relegados.

¿Qué hacer?

Podríamos decir: "el sistema es injusto, así que yo no me meto más"

¡Grave error!

Hace algunos días el Santo Padre nos ha llamado a participar, a buscar las posibilidades, porque siempre las hay. Tenemos que trabajar, con viento en contra, sí, y qué importa, nuestro Señor no tuvo mucho viento a favor que digamos en el Monte Calvario.

Hemos sido llamados a trabajar, aunque no veamos los frutos, nuestra tarea es sembrar.

¿Y qué lograremos?

"Tan sólo un político bueno, o una idea que dijimos y luego hicieron lo contrario" Tal vez sólo esto, pero sin esto no habría habido ni un sólo político católico, o no se hubiese dicho nada recto. Es nuestra gota de agua al océano, nuestro pequeño granito de arena, por el cual seremos premiados cuando venga el Señor: "Por haber sido fiel en lo poco…"

La siguiente breve homilía de domingo del Padre Dr. Javier Olivera nos indica algunos principios a tener en cuenta:

http://alexandriae.org/index.php/item/cuando-vuelva-el-hijo-del-hombre-encontrara-fe-en-la-argentina?category_id=15