España: Retrasar una hora el reloj beneficiaría a la familia

La Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados trasladará al Gobierno una petición que forma parte de un informe sobre "la racionalización de los horarios, la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, y la corresponsabilidad".

En ella se pide modificar el huso horario en España retrasando una hora los relojes para hacerlos coincidir con los de los países del entorno y ajustarlos a la hora solar.

Esa petición, consensuada por los grupos parlamentarios y elaborada con la colaboración de numerosos expertos, incidiría en la mejora de la conciliación de la vida personal y profesional, ya que facilitaría un cambio en los horarios laborales. Un gran gesto que beneficiaría a las familias y que, aunque no sería aplicable a todas las áreas, muchos profesionales –y sus familias- saldrían beneficiadas.

Todos los europeos que trabajan en España y buena parte de los españoles ya lo admiten desde hace tiempo: hay algo raro en los horarios peninsulares. En Madrid es común comer de tres a cuatro, y luego volver al trabajo… para salir a las seis o a las siete o a las ocho, y cenar a las nueve o a las diez. ¿Y para cuándo pasar tiempo con la familia?

Existe una asociación, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios en España (ARHOE, con su web http://www.horariosenespana.es) que hace campaña desde hace años para cambiar los horarios, adaptándolos a los Portugal y Reino Unido.

Este 16 de marzo de 2014 se cumplirán 74 años del cambio horario que adoptó la Europa ocupada por los nazis en la II Guerra Mundial, adelantándose una hora. España adoptó ese horario, sin embargo, al finalizar el conflicto bélico, los demás países europeos –excepto Francia y España- retomaron su horario original. En Francia esta diferencia está menos acusada que en España debido a su ubicación, más hacia el este.

Según el presidente de ARHOE, Ignacio Buqueras, "el Gobierno de España debe poner solución a este problema, que cumple 70 años. Ha pasado ya el suficiente tiempo como para darnos cuenta que estamos inmersos en unos horarios que no nos corresponden", denunció.

Según Buqueras, adoptando la hora portuguesa, "España se seguiría rigiendo por el sol, pero se comería a la una y no a las dos, se cenaría a las ocho y no a las nueve, y se saldría de trabajar a las cinco, optimizando mejor el tiempo de trabajo, y disfrutaríamos más de la familia y amigos". Son varios los expertos que consideran que eso ayudaría a conciliar familia y trabajo.   

“El sol es demasiado importante como para dejarse engañar por una hora oficial”

Uno de esos expertos es Jos Collins, que ForumLibertas entrevistó en 2011. Collins destaca que la pérdida de una hora y media de tiempo personal “representa el 10% de nuestro tiempo despierto, o dos semanas al año”, por eso defiende la necesidad del cambio de huso horario y la necesidad de compactar la jornada laboral.

Este experto argumenta que “lo único que hacemos mal es madrugar demasiado, tener el reloj mal puesto, y dedicar demasiado tiempo al almuerzo” y responsabiliza, como uno de los aspectos, al equivocado huso horario de la baja productividad que tiene España, una de las más bajas de Europa.

Según el informe que le ha llegado ahora al Gobierno, este debe analizar la incidencia social y económica de un cambio de huso horario en España "recuperando nuestra antigua vinculación al huso horario de Greenwich".

Además, le piden que estudie una modificación de los horarios laborales, de los empleos que así lo permitan, con el fin de facilitar la conciliación.

Tanto el cambio horario como la modificación de las jornadas laborales mejorarían la conciliación y permitirían disponer de más tiempo para la familia, la formación, la vida personal o el ocio, al tiempo que evitarían tiempos muertos en la jornada laboral.

En el informe se reconoce que "se trata de una tarea compleja" ya que implica modificar los usos y costumbres -horas de levantarse, de acostarse, horas totales de sueño, horarios televisivos, de espectáculos- pero se asevera que "es innegable que los resultados nos harían converger con Europa en aspectos en los que hoy estamos sumamente alejados, muy particularmente en productividad, en competitividad, en conciliación y corresponsabilidad".