El primer santo indígena llevado a los altares llega hoy a la catedral de Notre Dame
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El primer santo indígena, llevado a los altares por Juan Pablo II, san Juan Diego Cuauhtlatoatzin, llega hoy miércoles a París, a la Catedral de Notre Dame.
El rector de este templo, Patrick Jacquin, junto con monseñor Diego Monroy Ponce, ex rector de la Basílica de Guadalupe y actual rector del Santuario de San Juan Diego en México; serán los encargados de entronizar una imagen de “Juan Dieguito”, el vidente náhuatl de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, en diciembre de 1531.
En pago de una deuda
Con la entronización del popular santo indígena mexicano en el corazón de París, se “paga” una deuda de Notre Dame, pues el 26 de abril de 1949 una imagen de la Virgen de Guadalupe fue coronada, con toda solemnidad, en este templo. Los trámites de la coronación habían comenzado desde 1938.
Para esa coronación solemne “la Iglesia mexicana encargó a la Fábrica de Mosaicos del Vaticano una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe con dimensiones iguales a la tilma milagrosa. Por su parte, en París se realizó una corona adornada con esmeraldas y perlas y que fue diseñada por Feliciano Cortés, entonces abad de Guadalupe”, explica el SIAME de Ciudad de México en la nota de prensa que da cuenta del acontecimiento.
La ceremonia de coronación de la Virgen contó con la presencia del entonces nuncio en París, Angelo Roncalli, futuro Juan XXIII, y a decir de los obispos mexicanos que lo conocieron durante su breve papado, un gran propagador de la veneración a Santa María de Guadalupe.
Notre Dame le había abierto las puertas de Europa a la patrona de las Américas.
El gran milagro de la evangelización
Ahora será san Juan Diego el que le haga compañía en el corazón de Francia. Una compañía que empezó con el acontecimiento guadalupano, la mejor y más bella evangelización de América y que se narra en el Nican Mopohua que explica su contenido narrativo con estas palabras:
“Hvei tlamahviçoltica omonexiti in ilhvicac tlatocacihvapilli Santa Maria totlaçonantzin Gvadalvpe in nican hvei altepenahvac Mexico itocayocan Tepeyacac. (Gran milagro de la aparición de la reina del cielo Santa María nuestra amada madre de Guadalupe).
Nican mopohua (Aquí se cuenta…), es el relato en náhuatl de la historia de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, en el cerro del Tepeyac, al humilde indio Juan Diego, entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531.
La Biblioteca Digital Mexicana (BDM) lo considera el documento central de la historia de este culto, que es parte fundamental de la identidad de los mexicanos. El relato del encuentro entre Juan Diego y la Virgen es muy probable que esté basado “en una perdida historia de las apariciones, escrita a mediados del siglo XVI por el sabio indígena Antonio Valeriano, colegial del Colegio de Tlatelolco y colaborador de fray Bernardino de Sahagún”, agrega la BDM.