El Papa tratará la nulidad matrimonial tras el próximo encuentro con la comisión de cardenalesFrancisco habló ayer con los sacerdotes del clero romano, a los que pidió que sean decididamente misioneros y atendió sus inquietudes respecto a temas como los escándalos de pedofilia o las reformas en cuanto a la nulidad matrimonial y el divorcio, un tema que emplazó a octubre, cuando se produzca la reunión con la comisión de cardenales dirigida por el hondureño Óscar Rodriguez Maradiaga, entre los días 1 y 3.
En este encuentro con el clero romano, celebrado ayer en la catedral romana de San Juan de Letrán, el Papa respondió a algunas preguntas de los sacerdotes asistentes, según informó hoy L’Osservatore Romano. En una de estas respuestas, Francisco abordó la cuestión de la nulidad matrimonial y los divorcios, un asunto que estaba “en el corazón de Benedicto XVI”, su antecesor.
Se trata de un asunto en el que ya hay “propuestas, estudios e investigaciones”, según dijo Francisco, que se emplazó a tratar el tema próximamente: “Hablaremos de ello en octubre, con el grupo de ocho cardenales [dirigido por Maradiaga] y en el Sínodo de los Obispos”.
“La Iglesia no se cae”
El Papa también fue preguntado acerca de los escándalos que rodean a la Iglesia, como el de los abusos sexuales, a través de un sacerdote que aludió al sueño del papa Inocencio III en época de San Francisco de Asís, en el que tuvo la visión de una Iglesia que se caía y era sostenida por un hombre, que aquel Papa atribuyó a San Francisco.
“La Iglesia no se cae”, aseguró Francisco en respuesta. “Y no se cae porque hoy, como siempre, hay tanta santidad cotidiana: hay muchos hombres y mujeres que viven su fe en su vida diaria. Y la santidad es más fuerte que los escándalos”, añadió el Papa, que después puso un ejemplo de “santidad cotidiana”, el de una mujer que trabaja como limpiadora en el aeropuerto de Buenos Aires y que tiene un hijo desempleado y drogodependiente, con la que habló el pasado domingo por teléfono.
En su intervención, el Papa volvió a llamar la atención sobre las “periferias existenciales”, y ha hecho referencias a la “generosidad de Roma”, como ya dijo en su visita al Centro Astalli de Roma (el Servicio Jesuita a Refugiados en Italia).
También ha reclamado a los sacerdotes que hagan “aún más”, y a las congregaciones que no cedan a la tentación de cerrarse sobre sí mismas, sino que se abran a acoger, especialmente a los más jóvenes.