Los costes económicos directos pueden alcanzar 750 000 millones de dólares anuales, alerta la FAO
La asombrosa cifra de 1.300 millones de toneladas de alimentos que se desperdician anualmente no sólo provoca grandes pérdidas económicas, sino también un grave daño a los recursos naturales de los que la humanidad depende para alimentarse, advierte un nuevo informe de la FAO presentado el 11 de septiembre.
La huella del desperdicio de alimentos: impactos en los recursos naturales es el primer estudio que analiza los efectos del despilfarro alimentario a nivel mundial desde una perspectiva medioambiental, centrándose de forma específica en sus consecuencias para el clima, el uso del agua y el suelo y la biodiversidad.
Según el estudio, cada año, los alimentos que producimos pero luego no comemos consumen un volumen de agua equivalente al caudal anual del Volga y son responsables de añadir 3.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera del planeta.
“No podemos permitir que un tercio de todos los alimentos que producimos se pierda o desperdicie debido a prácticas inadecuadas, cuando 870 millones de personas pasan hambre todos los días”, declaró el director general de FAO, José Graziano da Silva.
870 millones de personas hambrientas es un “dato impresionante, y más teniendo en cuenta que en el planeta vivimos 7.000 millones de personas y nuestra capacidad productiva podría alimentar al doble, 12.000 millones”, destaca Manos Unidas al comentar el informe de la FAO.
¿Dónde ocurre el desperdicio?
El 54% de desperdicio de alimentos en el mundo se produce en las etapas iniciales de la producción, manipulación y almacenamiento post-cosecha, según el estudio de la FAO. El 46 por ciento restante ocurre en las etapas de procesamiento, distribución y consumo de los alimentos.
Como tendencia general, los países en desarrollo sufren más pérdidas de alimentos durante la producción agrícola, mientras que el desperdicio a nivel de venta minorista y del consumidor tiende a ser mayor en las regiones de ingresos medios y altos.