Respuesta de la comunidad católica ante la oleada de robos y de profanaciones
Para ayudar a Aleteia a continuar su misión, haga una donación. De este modo, el futuro de Aleteia será también el suyo.
Como una respuesta de la comunidad católica ante la oleada de robos y de profanaciones de que han sido objeto numerosos templos en México, las videocámaras de seguridad han empezado a ser ya parte del “decorado” de parroquias y capillas en todo el país.
Identificar ladrones y sacrílegos
La labor de video vigilancia se ha establecido sobre todo en las iglesias ricas en obras de arte sacro y en aquellas donde se guardan o se exponen tesoros de al menos cuatro siglos, como son numerosos templos del centro de México, en los territorios que evangelizaron los franciscanos, los dominicos, los agustinos y los jesuitas, principalmente.
El arzobispo de San Luis Potosí, monseñor Jesús Carlos Cabrero Romero, informó que al menos en veinte templos de esta importante arquidiócesis, que posee el templo del Carmen, uno de los más bellos del país, se han instalados cámaras de vigilancia.
El padre Ranulfo Rojas Bretón, responsables de relaciones interinstitucionales de la diócesis de Tlaxcala, por su parte, indicó que esta diócesis, primera en contar con un obispo a la llegada de los españoles comandados por Hernán Cortés en 1519, está saturada de cámaras de vigilancia “para identificar a un eventual responsables de estar robando imágenes y joyas”.
En el vecino Estado de Puebla, se han instalado 14 circuitos de vigilancia en templos que datan del siglo XVI. Lo mismo sucede en Veracruz, en la catedral de este histórico puerto que contará con video vigilancia de todas sus instalaciones, incluyendo al atrio, según informó el responsable de catedral, el padre Lázaro Prado.
Se ha logrado disminuir el delito
Por otra parte, el padre Alejandro Torres, de la diócesis de Cuautitlán, subrayó que de los 200 templos con los que cuenta la diócesis, al menos 30 por ciento tienen ya sistemas de cámaras vigilantes y guardias de seguridad privados que los fieles pagan con sus aportaciones voluntarias.
El padre Torres ha dicho que si bien el costo de un sistema de seguridad integrado alcanza hasta 30 mil dólares, “afortunadamente, con vigilancia se ha logrado disminuir este problema y poco a poco esperamos que todos los templos de la diócesis de Cuautitlán puedan contar con la aplicación de programas de seguridad, independientemente de los operativos que realizan las policías de cada municipio”.
La video vigilancia ha llegado a las iglesias mexicanas, de tal suerte que mientras uno está rezando, otro lo está monitoreando.
