Persecución religiosa o relacionada con conflictos armados motivan su solicitudAl menos 45 peregrinos que habían viajado a Brasil para participar en la Jornada Mundial de la Juventud con el Papa celebrada el pasado mes de julio han pedido refugio a las autoridades brasileñas, entre otras razones por persecución religiosa o relacionada con conflictos armados en sus países.
Entre los solicitantes se encuentran ciudadanos de Pakistán, Sierra Leona y República Democrática del Congo. Al menos doce de ellos alegan sufrir persecuciones religiosas directas, según un comunicado del Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Caritas de Río de Janeiro ha recibido unas cuarenta solicitudes para intermediar en los procesos de refugio y Caritas de Sao Paulo otras cinco.
"Mi padre fue asesinado por ser cristiano y siempre le dijo a mi madre que lo mismo podría ocurrirle a toda la familia. Siendo también cristiano, la JMJ fue la única oportunidad que tuve para conseguir un visado y salir de mi país", explicó un católico de 24 años procedente de Sierra Leona, en declaraciones citadas en el comunicado.
Su cuerpo está marcado por cicatrices de heridas causadas por grupos religiosos de la comunidad donde vivía hostiles a los cristianos. “Donde hay paz, es posible vivir tranquilamente”, destaca, “quiero reconstruir mi vida aquí en Brasil”.
Otro de los solicitantes es un pakistaní cristiano que vivía al sud de Islamabad con sus padres y sus cuatro hermanos y quiere estudiar filosofía y teología para ser ordenado sacerdote. Por su religión, tuvo problemas con las autoridades de su país y sufrió discriminación al buscar trabajo.
“Cuando llegué a la JMJ, vi a muchos católicos expresando su fe sin problemas y conviviendo con personas de otras religiones en paz –recuerda-. Todos somos criaturas de Dios y no podemos ser discriminados a causa de nuestras creencias”.
Según el ACNUR, los solicitantes de refugio están siendo asistidos, alojados y alimentados provisionalmente por la Iglesia local y por autoridades municipales. Algunos están acogidos en casas de voluntarios de la JMJ mientras esperan ir a una residencia provisional proporcionada por una parroquia.
La concesión del refugio permitirá que esos peregrinos reciban una ayuda financiera mensual y que realicen cursos de portugués o de capacitación profesional gratuitamente.
“Haremos un acompañamiento detallado de estos casos, pues la solicitud de refugio debido a cuestiones religiosas es una cuestión compleja de resolver”, afirmó el representante del ACNUR en Brasil Andrés Ramírez.
Ramírez destacó que la Constitución de Brasil garantiza la libertad religiosa y determina la separación entre el Estado y las religiones: “Este es un componente de protección importante para quien sufre persecución religiosa”.