Una grabación exclusiva de la cadena brasileña
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El Pontífice destacó, en una entrevista de Gerson Camarotti, que la Iglesia necesita una reforma y que es necesario oír a los jóvenes y a los mayores.
El periodista Gerson Camarotti acompañó paso a paso la visita del Papa Francisco a Brasil, durante la Jornada Mundial de la Juventud e le hizo, en exclusiva mundial, la primera entrevista al pontífice, desde su elección en el Vaticano, en marzo de este año.
En la entrevista, Francisco destacó haber sentido un afecto que desconocía, al ser recibido de forma muy calurosa. “El pueblo brasileño tiene un gran corazón. En cuanto a la rivalidad, creo que ya está totalmente superada porque negociamos bien: el Papa es argentino y Dios es brasileño”, bromeó.
Sobre la sencillez que viene demostrando, afirmó que el pueblo se siente lastimado cuando las personas consagradas están apegadas al dinero. “No es un buen ejemplo que un sacerdote tenga un coche de último modelo, de marca”, declara. En relación a la cuestión de vivir en Santa Marta, Francisco dijo que no fue tanto por razones de sencillez, sino porque él necesita del contacto con las personas. “Me quedé en Santa Marta por cuestiones psiquiátricas. Para no tener que estar sufriendo soledad que no me hace nada bien. Y también para economizar, porque de lo contrario, tendría que gastar mucho dinero en psiquiatras”, dijo.
El Papa Francisco habló también sobre la canonización de Juan Pablo II, que según él, “agarró la maleta, recorrió el mundo, fue un misionero, difundiendo el mensaje de la Iglesia”.
En la llegada a Río de Janeiro, hubieron fallas de seguridad y el Papa fue cercado por una multitud. Él dijo que no siente miedo y que cuando le toque, “lo que Dios permita, así será”. Francisco reveló además que rechazó un papamóvil rodeado de vidrios: “Si Ud. va a estar con alguien que ama, amigos, y se quiere comunicar, Ud. no va a hacer esta visita dentro de una caja de vidrio. Yo no podría venir a ver a este pueblo, que tiene un corazón tan grande, dentro de una caja de vidrio. Y en el automóvil, cuando voy por la calle, bajo el vidrio para poder extender la mano y saludar a las personas. Es decir, o todo o nada”.
El pontífice no supo explicar el fenómeno de la evasión de fieles en Brasil, pero apuntó al alejamiento de la Iglesia como una posible causa. “La Iglesia es madre. La madre da cariño, besa, ama. Cuando la Iglesia, preocupada con mil cosas, descuida esa proximidad y sólo se comunica con documentos, es como una madre que se comunica con su hijo por carta. No se si eso sucede en Brasil, pero se que sucede en algunas regiones de Argentina. Faltan sacerdotes, entonces algunos lugares quedan desasistidos”, destaca.
El Papa dijo que no conoce los motivos de las protestas recientes de los jóvenes en Brasil, pero destacó que un joven que no protesta no le agrada. “Un joven tiene la ilusión de la utopía y la utopía no es siempre negativa. La utopia es respirar y mirar hacia delante. El joven tiene menos experiencia de vida, pero a veces la experiencia nos frena. Y él tiene más energía para defender sus ideas. Un joven es esencialmente un inconformista y eso es muy lindo. Es necesario oír a los jóvenes, cuidarlos para que no sean manipulados”, afirma. Francisco cree que para sustentar un modelo político mundial, la sociedad está descartando los extremos. Y, “descartando los dos, el mundo se derrumba”.
El Papa destacó también la importancia del trabajo por los demás y de podar el egoísmo. Vea en video la entrevista completa. Las respuestas estan en español.