Hay juventud católica, que cree en Cristo, en todos los rincones de la tierra
Campaña de Cuaresma 2025
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El arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, asegura que las últimas JMJ han puesto de manifiesto que hay juventud católica, que cree en Cristo, en todos los rincones de la tierra”, y que “eso es un valor de presente y futuro incalculable”.
Durante una entrevista en El Espejo, el arzobispo de Madrid ha explicado que “cada jornada mundial ha sido un escalón en esa peregrinación de ir a Cristo y dejarse encontrar por él. Eso hay que cuidarlo”. Y eso “se cuida en la semana previa. Se cuida en la combinación del ministerio, de la palabra, de la catequesis participada”.
Monseñor Rouco Varela ya ha estado al frente de la organización de JMJ, la de Madrid en 2011, y la de Santiago de Compostela en 1989. Según el presidente de la Conferencia Episcopal Española, “la JMJ de Santiago impuso una impronta para la historia de las jornadas que dura hasta hoy mismo y que es lo no se debe de perder. Tiene que ser un momento en la existencia en la vida de los jóvenes de la Iglesia donde se peregrina hacia Cristo”.
Para el arzobispo de Madrid, la JMJ “es un encuentro donde el anuncio de la Palabra tiene que ser vital, y el joven que busca oír la llamada de Cristo tiene que responder a ella con fidelidad”. También, “las grandes celebraciones litúrgicas, dentro del ambiente de oración, son importantísimas”.
A su juicio, “las últimas JMJ han puesto de manifiesto que hay juventud católica, que cree en Cristo, en todos los rincones de la tierra. Eso es un valor de presente y de futuro incalculable”.
En cuanto a la importancia del mensaje del Papa Francisco en esta JMJ, Monseñor Rouco Varela ha advertido de que “algunos quieren desconectar la solución de los problemas sociales del encuentro con Cristo, que es la gran solución”. Pero “a los jóvenes no se les puede engañar, porque en su corazón queda un vacío total. Ha habido muchas generaciones de jóvenes que han sido encantadas por propuestas tópicas e irrealizables, que no respondían a las ansias de verdad, del bien, de esperanza y del amor del hombre”.
Otros de los objetivos que hay que plantearse en la JMJ es el de “mostrar qué tejido humano, qué tipo de hombre, sale de una experiencia de estas, llenos de alegría, de buen estilo, de convivencia fraterna, de disponibilidad para el servicio”, ha apuntado el arzobispo de Madrid.
En referencia a la estancia de estos primeros días en Brasil, Monseñor Rouco Varela ha contado que los peregrinos madrileños de su diócesis han sido “muy bien acogidos en Sao Paulo, por el obispo y las parroquias donde han estado. Ha sido una semana verdaderamente misionera y hemos tenido encuentros de profunda comunión”.
Monseñor Rouco Varela también ha recordado el papel de los primeros evangelizadores de América, explicando que al pisar Brasil ha sentido “mucha emoción, porque las huellas de esos primeros amigos del Evangelio que venían de España están vivísimas. La fe y la profunda piedad cristiana envuelven la vida de todos ellos”. “Que te pidan bendición cuando van por la calle, que rodeen a los obispos es emocionante”.
“Hay un terreno, un fondo, que va a ser sembrado de Evangelio nuevo, de Evangelio joven y que va a dar frutos, en ese orden de realidades materiales de la superación del paro, de abrir caminos humanos más fuertes, más intensos, más pleno para esta América que es la nuestra, y para sus jóvenes”, ha asegurado el arzobispo de Madrid.