Testimonio de una religiosa mexicana misionera muchos años en Sudán
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La Hermana Ana Senties Laborde es religiosa mexicana, asuncionista, aguerrida. Trabajó por una década en una de las regiones más complejas y pobres del mundo, en el Sudán, donde fundó escuelas, hospitales. Hoy vive con su congregación en Lyon, Francia, coordinando la Comisión Especial Internacional de Educación “Religiosas de la Asunción”. Concedió una entrevista a Aleteia-El Observador con motivo de la JMJ de Río de Janeiro y la presencia inminente del Papa Francisco en el continente que le vio nacer.
– ¿Cómo entender al Papa Francisco?
Este Papa es un don para la Iglesia, es un don inmenso. Yo creo que todos lo hemos recibido así, sorprendidos admirados de que el espíritu haya movido la asamblea de los cardenales en el Cónclave. Yo pienso que es un don que el Papa Francisco nos hable con tanta sencillez, con tanta convicción.
– ¿Cuál es, para usted el primer y más importante mensaje del Papa?
Que la Iglesia no se puede seguir encerrando en sí misma. Me resuenan mucho las palabras del Papa Francisco que nos invita a no quedarnos un poco encerraditos con miedo a que nos arranquen la fe, como con miedo de que el viento se la lleve. La llamada del Papa Francisco es renovarnos en la primera vocación de esta Iglesia misionera de los apóstoles, donde Pedro y Andrés, Juan y todos los apóstoles, salieron a anunciar y a evangelizar.
Tenemos que escuchar esta voz del Papa Francisco e ir a las periferias. La llamada de la fe cuando Jesús dice “vayan a evangelizar todas las naciones”, es salir, y pues como Jesús que estuvo atento a los más pobres, Jesús no rechazo a nadie, pero su mirada estaba en la viuda pobre que había echado el óbolo, su mirada era para los enfermos para los que más necesitaban.
– ¿Una Iglesia netamente misionera?
Yo creo que nosotros no podemos quedarnos encerrados, tenemos que solidificar nuestra fe, pero al mismo tiempo salir y anunciar a Cristo. A mí me gusta mucho el Papa un don para la iglesia, tiene un palabra sencilla, desde ese momento que pidió la bendición del pueblo, cuando acababa de ser nombrado desde el balcón, lo primero que hace, “ustedes pueblo bendíganme”. Como que rompe esta especie de jerarquía, es un hombre sencillo, nosotros también estamos llamados a esta sencillez…
– ¿Cuál sería el mensaje para los jóvenes que participaran en el JMJ2013?
Yo les diría primero que no tengan miedo de comprometerse con Cristo, que no tengan miedo de descubrir en la actualidad el mensaje de la fe… Hoy el mundo que ha cambiado tanto, en el mundo de la globalización, estamos en el mundo de las redes sociales, de internet, los jóvenes necesitan evangelizar estas nuevas tecnologías y a través de ellas, llevar un mensaje de paz, de armonía, de reconciliación, de fraternidad, a todos los lugares de conflicto, de violencia.
Que nuestro mensaje sea: “Dios nos quiere en comunión, Dios tiene un proyecto de vida y esta vida tiene que abarcar a todos los hombres”, Jesús dice “yo he venido para que todos tengan vida, una vida en abundancia”. Tenemos que preocuparnos que esta vida alcance hasta el más pobre, hasta el más enfermo, aquellos lugares donde hay violencia. Yo les diría no tengan miedo de hacer suyo este mensaje y de proclamarlo y vivirlo.