“Los cristianos tienen que tomar posición hacia el bien común como sistema de valores”“Lo que asola a nuestro continente no es sólo una crisis financiera” sino que también es moral; “es el resultado de la crisis de la vida europea”, aseguró el primer ministro de Hungría, Víctor Orbán, durante su estancia en España el pasado mes de abril para participar en las VIII Jornadas Católicos y Vida Pública, en Bilbao
Para el premier húngaro, sin los valores cristianos, Europa no funciona y por lo tanto “no recuperará su papel mundial”. En su opinión, Europa ha tocado fondo y “este momento” puede ser idóneo para “repensar nuestra situación”; no se tiene que reconstruir Europa con “medidas económicas” sino a través de los valores del cristianismo.
El dirigente apunta que una gran mayoría de la élite política cree que el mundo "puede articularse sin los mandamientos de Dios" y en este sentido, reivindica el papel primordial del cristianismo en la historia y la cultura del continente. A su parecer, los Gobiernos han dado “la espalda” a estas creencias, algo que resulta muy doloroso de admitir.
"Soy de los que creen que los cristianos tienen que tomar posición hacia el bien común como sistema de valores… la familia, la vida desde la concepción hasta la muerte y la libertad de la dignidad humana", declaró.
Que sin esos valores Europa está perdida “es algo fácilmente constatable en un continente envejecido, triste y desilusionado”, subrayó Víctor Orbán.
El Gobierno húngaro ha impulsado políticas a favor de la familia y la vida. Recientemente modificó la Constitución para blindar el modelo tradicional de familia, el matrimonio entre hombre y mujer.