Células madre –adultas- de la placenta (que actualmente se desecha casi siempre después del parto) se pueden transformar en células del hígado para regenerar este órgano, según un trabajo realizado en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y publicado en la revista Cytotherapy, de la Sociedad Internacional de Terapia Celular.
El presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas, José María Simón, valoró muy positivamente la posibilidad de aprovechar en un futuro las placentas para obtener células madre u otros productos.
Según Simón, más allá de este caso, “la Medicina está a punto de encontrar la manera de reprogramar muchísimas células”. En este proceso, recordó, hoy por hoy las células embrionarias, además de los problemas éticos que suscitan, “no sirven y sólo dan problemas”; las que sirven son las IPS (pluripotentes inducidas). “Cuando se logre controlar el tema del genoma, se sabrá exactamente lo que le irá bien a cada paciente”, añadió.
El equipo de medicina regenerativa del 12 de Octubre ha logrado esta transformación de las células madre de la placenta cultivándolas in vitro en un medio con proteínas presentes de manera natural en el hígado. Las células transformadas han formado una estructura parecida a un hígado de apenas medio centímetro de grosor que incluso produce albúmina, como un hígado funcional.
Los investigadores confían que en el futuro se puedan evitar así trasplantes hepáticos y mejorar las condiciones de pacientes ya trasplantados y de personas que están en lista de espera para recibir un hígado.
El mismo equipo investiga si las células mesenquimales (que dan lugar a distintos tipos de tejido) de la placenta pueden ayudar a tratar otras enfermedades. De hecho, ya ha demostrado que pueden ralentizar el crecimiento de un tumor de mama y evitar o retrasar la aparición de metástasis, como ha mostrado en la revista “Cancer Gene Therapy”.