No nos han quitado la fe aunque la tentación del desaliento está cerquita

Es cordobés y lleva como obispo de Bangassou 14 años. Durante este tiempo, monseñor Juan José Aguirre ha creado, junto con la Fundación Bangassou que preside su hermano Miguel, un lugar privilegiado con una sanidad digna, con varias escuelas donde acudían diariamente los niños, mucho material escolar y proyectos de ebanistería, de agricultura o un taller de costura.

Ahora todo ello está en peligro y desde Bangui, la capital de la República Centroafricana, monseñor Juan José Aguirre envía diariamente correos electrónicos a su hermano Miguel. El último estremecedor: “no nos han quitado la fe aunque la tentación del desaliento está cerquita”.

Monseñor Juan José Aguirre muestra cómo se ha quedado sin medicinas para el corazón (sufrió un ataque hace unos meses, del que se recuperó en Córdoba) y cómo intentará hacerse con el envío que le hace su familia y que estará en el aeropuerto “espero que si porque allí se han instalado los soldados franceses que han venido del Gabón, para salvaguardar la salida de los franceses que quieran irse…”.

El obispo de Bangassou muestra lo difícil de la vida en la capital, en Bangui: ”Los Seleka chadianos y sudaneses (quienes se han hecho con el poder) se están pegando un atracón. Además luego van a vender todo en el sur del Chad y a los pocos días están de vuelta, casa por casa, durante el toque de queda… Casi todas las casas de los religiosos han sido ya atacadas.”
“Pero no nos han quitado la fe aunque la tentación del desaliento está cerquita. Tendremos que adaptarnos al nuevo régimen, olvidar el pasado, cambiar nuestra manera de trabajar, perdonar y estar con los pobres. Pero no podemos tirar la toalla porque van a perder los pobres”, afirma el obispo a su hermano.

Durante su misiva explica la situación de la Iglesia: “Esta mañana hubo un encuentro de sacerdotes y religiosos/as con tres Obispos (yo no fui porque estaba un poco flojo) y lo que cada cual contó que le ha pasado o que le han hecho, raya lo tragicómico. Anteayer en la Espiritanas de Saint Paul que tú creo recordarás. El otro día en los Lazaristas. Se ve que se trata de una estrategia organizada para el saqueo sistemático y para debilitar a la Iglesia católica, más en concreto”.

Asimismo denuncia que todo es una estrategia de islamización: “Para islamizar el país hay que doblegar a la Iglesia católica y todas las diócesis han sido saqueadas. Menos mal que sólo de cosas materiales, que la fe no nos la han saqueado”.

Monseñor Juan José Aguirre no tiene mucha esperanza en la ayuda internacional: ”creo que la cosa va para largo porque Francia sigue mirando a otro lado y ya no se cuenta más con ella, los gobiernos limítrofes a Centroáfrica se han puesto a temblar por lo de las "barbas del vecino", y los mismos Seleka están muy divididos, dividiéndose el país por regiones”.

“Por eso será complicado por ahora un corredor humanitario”, añade el obispo de Bangassou, “pasan solo camiones de musulmanes cargados de lo que quieran porque todo lo musulmán tiene pasaporte diplomático pero al resto se le tiene atemorizado”.

Para monseñor Juan José Aguirre el futuro de Centroáfrica “es mirar a la Meca”, aunque tiene claro que los misioneros deben “hablar alto y claro pues no nos pueden arrodillar de esta manera. No podemos abandonar los pobres”.

“Si no pudiera ir a Bangassou en bastante tiempo me iré a España, también porque tengo que renovar mi pasaporte en septiembre. Pero ir y venir a Bangassou será cada vez más complicado, veremos cómo hacer en el futuro”, finaliza el cordobés Juan José Aguirre y explica cómo en su diócesis han atacado la pediatría y la farmacia sin que el ministro de Eaux et Forêts haga nada-

“Seguimos unidos en la oración y no paramos de repetir el Salmo 90. Juanjo”, termina la carta.