“Francisco” es suficiente

“Basta con llamarle Francisco, porque no hay otros”: el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, en el briefing con los periodistas ha aclarado cómo debe ser llamado el nuevo pontífice electo. “El próximo – especificó – podrá eventualmente llamarse Francisco II, pero para él no hay necesidad de añadir 'primero'”.

Padre Lombardi, jesuita como el nuevo Papa, se ha recuperado “shock” que confesó sentir el miércoles por la noche en un briefing inmediatamente después de la primera aparición del Papa Francisco desde la Logia de la basílica vaticana, pero al responder a las preguntas de los periodistas subrayó que “como jesuita estoy muy sorprendido porque nosotros vivimos el servicio como subordinado a la autoridad de la Iglesia más que como gobierno”.

“Para nosotros es raro– añadió – y no estamos preparados psicológicamente: leo esta elección como una gran llamada al servicio para la iglesia universal que nuestro hermano ha recibido”.

“Todos nosotros acompañamos con la oración a nuestro hermano y le agradecemos su generosidad al aceptar la responsabilidad de guiar a la Iglesia en un momento tan crucial”, escribió el general de los jesuitas Adolfo Nicolás en una declaración publicada hoy. “El nombre de ‘Francisco’, con el que se le llamará de ahora en adelante –añadió- evoca su espíritu evangélico de cercanía a los pobres, su identificación con la gente sencilla y su compromiso de renovación de la Iglesia. Desde el primer momento en el que se ha presentado ante el pueblo de Dios, ha dado testimonio visible de su sencillez, humildad, experiencia pastoral y profundidad espiritual”.

Una sencillez confirmada por los detalles narrados por el padre Lombardi: el miércoles por la tarde, en la Capilla Sixtina, el nuevo Papa ha recibido el homenaje de los cardenales, de pie delante del altar y no, como es costumbre, sentado en un sillón. Se presentó para la bendición “urbi et orbi”, con una vestimenta sin capelina, además llevaba la misma cruz de obispo que ha llevado siempre.

Al volver a la Domus Santa Marta, en vez de subir en el coche oficial con matrícula SCV n.1, ha preferido coger el autobús junto al resto de cardenales a los que, después de una cena de celebración, les dijo con ironía: “Que Dios los perdone”. El jueves por la mañana, de la misma manera, el Papa Francisco ha preferido visitar de forma privada a la Virgen en Santa María la Mayor, sin un cortejo que le acompañase y en un coche de la gendarmería.

Muchos se han preguntado si esto podría causar algún problema de seguridad. “Los responsables de seguridad deben adaptarse al estilo pastoral del Papa”, respondió el portavoz vaticano. Está claro que “presentarán las exigencias del servicio y que el Papa las tendrá en cuenta, pero será él quien dirigirá el juego. Juan Pablo II infringía las normas a menudo para acercarse a las personas, era su estilo y había que tenerlo en cuenta”.

El miércoles por la noche el Papa Francisco telefoneó al Papa emérito Benedicto XVI, después de haberle ya expresado su agradecimiento y haberle pedido a los fieles que rezasen por él cuando se asomó a la Logia de San Pedro. “No esperamos –afirmó Lombardi- que vaya enseguida a Castelgandolfo: irá pero no es inminente”.

El jueves por la tarde, a las 17:00, el Papa preside la Misa con los cardenales electores en la Capilla Sixtina. Esta será la ocasión para la primera homilía, probablemente sin papeles, del nuevo Pontífice. Seguidamente irá a quitar los sellos del apartamento papal en el Palacio Apostólico, para que se puedan comenzar los trabajos de reestructuración que durarán poco tiempo. Durante este periodo, el Pontífice continuará residiendo en Santa Marta, después de haber retirado él mismo, de madrugada, sus cosas de la Casa del Clero donde estaba alojado y después de haber pagado la cuenta de su estancia.

Los próximos días estarán llenos de compromisos para el nuevo Papa:

El viernes 15 a las 11:00, en la Sala Clementina recibirá el saludo de todos los cardenales del Colegio, en un encuentro familiar e informal.

El sábado16 a las 11:00 en el Aula Pablo VI, según una costumbre inaugurada por los papas precedentes, recibirá en audiencia a los periodistas y a los medios de comunicación, incluso a los no acreditados en la Santa Sede.

El domingo 17 será el primer Angelus del Santo Padre, desde la ventana de su estudio en la plaza San Pedro.

El martes 19 de marzo, solemnidad de San José, patrón de la Iglesia, a las 9:30 en la Plaza San Pedro “estamos todos invitados –afirmó el padre Lombardi- a la Misa de inauguración del pontificado, para el que no son necesarias las entradas”.

El miércoles 20, finalmente, no habrá audiencia general, sino que el Papa Francisco recibirá en audiencia a los delegados hermanos, es decir, a los representantes de las demás iglesias cristianas presentes en Roma para la Misa de inicio de Pontificado.