Benedicto XVI transcurre su primer día de Sede Vacante
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“El Papa esta noche ha dormido estupendamente”, dijo hoy a la prensa el padre Federico Lombardi, informado por el secretario personal de Benedicto XVI, monseñor Georg Gänswein, quien le acompaña en su retiro de Castel Gandolfo. Y el propio Gänswein también ha descansado, después de la emoción del día de ayer.
La situación inédita de un Papa “dimisionario” crea obviamente mucha curiosidad: ¿cómo serán sus jornadas de aquí en adelante?
Ayer por la noche, tras las intensas emociones del último día del pontificado, Benedicto XVI cenó con el secretario y los miembros de la “familia pontificia”, es decir, las personas que viven habitualmente con él.
Vieron varios telediarios, donde (como es lógico) dominaba la noticia de la sede vacante y, según informó Lombardi, que dio las gracias a los medios por ello, “apreciaron la buena presentación de los acontecimientos”.
Después de la cena, el Papa, como es su costumbre, dio un pequeño paseo, pero ayer no salió fuera de la residencia, sino que se limitó a recorrer el salón de los Suizos, que ofrece una hermosa vista sobre el lago de Castel Gandolfo.
Sin embargo, no tocó el piano, como suele hacer también después de cenar.
Después de una buena noche de descanso, el Papa celebró a las 7 de la mañana la Misa, como es su costumbre, seguida de los Laudes y el Oficio de Lecturas.
Lombardi no supo responder a la curiosidad de los periodistas sobre el desayuno del Papa, pero supuso que debió de tratarse de “un desayuno normal con té o café”.
El día ha transcurrido dedicado a la reflexión y a leer los numerosísimos mensajes llegados al Pontífice desde todas partes del mundo.
Por la tarde, después de comer, el Papa descansó un poco y se fue a pasear a los jardines para rezar el Rosario.
En las maletas que han seguido al Papa emérito en la que es habitualmnete la residencia veraniega de los papas, además de sus apuntes personales, hay CD de música y varios libros. Un título para los más curiosos: “La estética teológica” de Hans Urs von Balthasar, una lectura muy querida para el Papa.
En Castel Gandolfo al Papa Ratzinger no le faltará la tranquilidad necesaria para su retiro del mundo. Como dijo ayer a los cerca de diez mil fieles reunidos para darle la bienvenida en Castel Gandolfo: “Estoy muy contento de estar aquí entre la belleza de la Creación y vuestra simpatía, que me hace mucho bien”.