Preguntas sobre el cónclave, Joseph Ratzinger, y su sucesión
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–¿Cómo será el último día de Benedicto XVI como Papa?
–El 28 de febrero a las 11 de la mañana hora de Roma, los cardenales se despedirán del Papa en la Sala Clementina del Vaticano. En la tarde, hacia las 17.00 horas, se trasladará a la residencia pontificia de Castel Gandolfo. A las 20.00 comenzará la sede vacante. Benedicto XVI permanecerá durante el cónclave en la residencia de Castel Gandolfo. Regresará al Vaticano, al hasta ahora monasterio Mater Ecclesiae, cuando terminen las obras de readaptación de esta residencia para su nuevo inquilino.
–¿Cuándo comienza el cónclave?
–En estos momentos no se puede saber. El padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ha explicado que “el inicio del cónclave debe establecerse entre los 15 y 20 días desde el inicio de la sede vacante”, es decir, el día en el que el Papa renunciará, el 28 de febrero.
“Si todo se desarrolla sin problemas, puede pensarse que comenzará a partir del 15 de marzo”, dijo el 13 de febrero en una rueda de prensa el portavoz vaticano.
La fecha será anunciada por la congregación general de los cardenales que tendrá lugar durante la sede vacante, según establece la constitución apostólica “Universi Dominici Gregis” que establece la normativa (http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_constitutions/documents/hf_jp-ii_apc_22021996_universi-dominici-gregis_sp.html).
–¿Habrá cambios en el cónclave con respecto al anterior?
–El padre Lombardi ha confirmado que no se están estudiando modificaciones a la constitución apostólica “Universi Dominici Gregis”, que establece la normativa (http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_constitutions/documents/hf_jp-ii_apc_22021996_universi-dominici-gregis_sp.html).
El único cambio previsto lo estableció Benedicto XVI en la carta apostólica en forma de “motu proprio”, publicada el 11 de junio de 2007, que impide la posibilidad de que el Papa pueda ser elegido simplemente por mayoría absoluta.
Según la normativa, para que el Papa pueda considerarse válidamente elegido “siempre es necesaria la mayoría de dos tercios de los cardenales presentes en el cónclave” (http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/motu_proprio/documents/hf_ben-xvi_motu-proprio_20070611_de-electione_lt.html).
–¿Estaba prevista la renuncia de un Papa?
–A finales de noviembre de 2010, se publicaba el libro Luz del mundo, que recogía una larga entrevista del periodista alemán Peter Seewald a Benedicto XVI. En ella, el Papa reconocía la posibilidad de una hipotética renuncia “en ciertas circunstancias”. A la pregunta del periodista: “¿Puede pensarse en una situación en la que usted considere apropiada la renuncia de un Papa?”, Benedicto XVI respondía: “Sí, si un Papa llega a reconocer con claridad que física, psíquica y mentalmente no puede ya con el encargo de su oficio, tiene el derecho y, en ciertas circunstancias, también el deber de renunciar”.
En realidad, lo que hacía el Santo Padre no era más que reflejar una posibilidad que ya contempla el Código de Derecho Canónico (CDC) en el canon 332.2: “Si el Romano Pontífice renunciase a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia sea libre y se manifieste formalmente, pero no que sea aceptada por nadie”.
Lo que sucede es que el CDC no plantea ni responde a qué sucede con el Papa dimisionario si lo hubiera. Por ello, hay una serie de decisiones prácticas que han de tomar los miembros del Colegio Cardenalicio, que son los que gobiernan la Santa Sede en sede vacante.
