En Latinoamérica, los obispos se declaran “soprendidos”Los obispos españoles han emitido una breve nota a través de la agencia SIC nada más conocerse públicamente la decisión del Papa de renunciar a su ministerio, manifestándole su “más profunda gratitud por el impagable servicio prestado a la Santa Iglesia en estos intensos años de pontificado”.
“Estamos afectados y como huérfanos por esta decisión que nos llena de pena, pues nos sentíamos seguros e iluminados por su riquísimo magisterio y por su cercanía paternal”, y esperan que este “costoso paso” que acaba de dar el Papa provea “gracias abundantes para el nuevo Papa y para toda la Iglesia”.
Por su parte, según informa la agencia Aica, los obispos argentinos no dejaron de manifestar su “sorpresa” por la decisión del Papa. El obispo de San Nicolás de los Arroyos, monseñor Héctor Cardelli, calificó la decisión como "inusual", mientras que el obispo de La Plata, monseñor Alberto Bochatey afirmó: "Es una sorpresa muy grande para todos, nadie lo esperaba. El Papa había escrito en sus libros que estaba dispuesto a renunciar cuando llegue el momento oportuno, cuando sintiera que no tenía fuerzas para continuar, y es lo que sucedió con su renuncia".
Aica recoge también las declaraciones de monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Academia Pontificia de Ciencias, quien asegura que en el Vaticano se vive un "momento de consternación y gran tristeza".
Por su parte, el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, dijo hoy a la prensa de su país que la decisión del Papa ha sido "valiente y honesta".
Afirmó que se siente "profundamente afligido y sumamente triste", y que durante los ocho años el Papa Benedicto XVI "se ha ganado el corazón de todos los fieles".
Monseñor Oscar Aparicio, obispo castrense y presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia, dijo haberse “sorprendido” por la noticia, si bien desde un “profundo respeto por el Papa”, “quiere renunciar porque se ve disminuido, por lo tanto debemos tener un profundo respeto a alguien que ama tan profundamente la iglesia”.
De igual modo se expresaron las conferencias episcopales de México, Ecuador y Guatemala.