Nació con hemorragias gravísimas, se curó inexplicablemente. El 7 de enero empezó el proceso canónico que estudiará el presunto milagro de esta niña valenciana. Su familia rezó por la intercesión de los padres de santa Teresita de Lisieux, los beatos Louis Martin y Celia Guerin.
Como la niña había nacido el día de Santa Teresa de Ávila, el padre decidió encomendarse a la santa. Incluso buscó en internet el convento de Carmelitas más próximo. “Llegué de noche. Estaba cerrado y sólo pude hablar con las monjas por el telefonillo. Pero el domingo siguiente fuimos allí a misa”, cuenta el padre.
Fue entonces cuando las religiosas les sugirieron que pidieran la intercesión de los padres de Santa Teresita de Lisieux, que habían sido beatificados sólo unos días antes, porque ya había sanado a un niño. Les dieron una estampita con una oración y les dijeron que se unirían a su oración. Reconocen que “rezamos con muchísima fe” porque era un momento crucial. Tras varias semanas críticas, la niña, de repente, experimentó un cambio radical.
De probarse el milagro, los esposos Martin y su hija serían el único caso en la historia de la Iglesia de un matrimonio y su hija declarados santos. Seguir leyendo.
Hoy celebramos a...