A diferencia de años anteriores, el Pontífice, todavía convaleciente, no celebró la Misa de la Cena del Señor ni realizó el rito del lavatorio de los pies; sin embargo, permaneció cerca de los presos
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El Papa Francisco visitó la tarde de este jueves 17 de abril de 2025 la cárcel de Regina Coeli en Roma, donde participó en un encuentro de media hora con unos 70 reclusos, informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede. A diferencia de años anteriores, el pontífice, todavía convaleciente, no celebró la Misa de la Cena del Señor ni realizó el rito del lavatorio de los pies.
Desde el inicio de su pontificado en 2013, el Papa ha acostumbrado a pasar el Jueves Santo junto a personas marginadas de la sociedad para celebrar la Misa de la Última Cena. Una práctica que ya había establecido en Buenos Aires cuando era arzobispo.
Por ello, ha visitado con frecuencia establecimientos penitenciarios romanos –incluida una primera visita al Regina Coeli en 2018–, pero también, en 2014, un centro para personas discapacitadas. En 2021, sorprendió a todos al celebrar la Misa en casa del cardenal Angelo Becciu, a quien había obligado a dimitir unos meses antes por su implicación en el llamado asunto del "edificio de Londres".
Recibido poco antes de las 15:00 horas. Por la directora del Regina Coeli, Claudia Clementi, y el personal penitenciario, el Papa fue conducido a la rotonda central de la prisión, donde se reunió con los 70 reclusos dedicados a la capellanía. Situada entre el monte Janículo y el río Tíber, en el distrito norte de Trastevere, Regina Coeli es la penitenciaría más grande de Roma. Cuenta también con una sección para mujeres y fue construida a finales del siglo XIX sobre el solar de un antiguo convento del que tomó su nombre, que significa "Reina del Cielo".
A diferencia de 2018, el Papa de 88 años, que se está recuperando de una grave infección respiratoria, no pudo celebrar la Última Cena en la prisión esta vez. Por eso no realizó el rito del lavado de los pies, gesto que le agrada especialmente. Este rito recuerda el gesto realizado por Cristo hacia sus discípulos durante su última comida.
"Me gusta hacer cada año lo que hizo Jesús el Jueves Santo: el lavatorio de los pies, en la cárcel", dijo a los reclusos. Antes de añadir: "Este año no puedo, pero sí puedo y quiero estar cerca de ustedes. Rezo por ustedes y sus familias".
"Como pueda"
Imágenes difundidas por medios del Vaticano muestran al Papa en silla de ruedas, sin asistencia respiratoria. Después de un momento de oración, Francisco saludó individualmente a cada uno de los presos presentes en la rotonda, transformada para la ocasión en capilla. Antes de partir, recitó por última vez el Padrenuestro y dio la bendición a los presentes.
Al salir de la prisión en un Fiat 500 blanco, se detuvo brevemente ante los periodistas para decir con voz débil: "Cada vez que entro en un lugar como este, me pregunto: ¿por qué ellos y no yo?". Cuando más tarde le preguntaron cómo pasaría la semana de Pascua, respondió simplemente: "Lo mejor que pueda".
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