Campaña de Cuaresma 2025
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Esta Pascua, Jessica comenzará a formar parte de la Iglesia Católica, después de 40 años y a pesar de haber crecido en un hogar ateo. Durante la vigilia pascual, será bautizada por el padre Bruce John Hamilton en la parroquia de Corpus Christi en Canadá.
“Crecí en un hogar no religioso, por lo que no tenía mucho conocimiento sobre el catolicismo cuando era niña, pero recuerdo que caminaba a casa -desde la escuela- con mi abuela y pasábamos por la iglesia, sintiendo una sensación de calma y paz cada vez que cruzábamos por allí”. Durante muchos años, esta joven canadiense sentía que “había algo más grande allá afuera” y experimentaba una curiosidad insistente sobre Dios y sobre la Iglesia católica, sin embargo, nunca hizo caso a esa inquietud.
Un camino de regreso a casa, en familia
“Luego conocí a mi esposo, quien fue criado como católico pero no era practicante, y nos casamos. Después de que nacieron nuestros hijos, decidimos criarlos en la fe católica. A medida que nuestra familia comenzó a asistir a la Misa juntos, empecé a darme cuenta de que cosas que antes veía como casualidades en realidad eran parte del plan de Dios. Esta realización me llevó a un profundo deseo de seguir el camino de Dios”.
La comunidad parroquial fue parte esencial para que Jessica tomara la decisión de bautizarse. Su parroquia está convencida de que las personas que quieren comenzar un camino junto a Jesús pueden vivir de una manera más plena si desde el principio se les brinda una formación profunda de la fe. Por ello, después de cursar los estudios de fe y crear una comunidad con los feligreses por medio de pequeños grupos de formación, para Jessica no había más lugar a duda:
“El bautismo había estado en mi mente, pero todavía sentía que había mucho que no comprendía. Mi esposo y yo comenzamos a asistir al programa Alpha en nuestra parroquia, que ofrecía un espacio acogedor para discusiones de mente abierta y esto me ayudó a explorar las muchas preguntas que tenía”.
Después de esto, fue momento de profundizar en su comprensión de la fe.
“Como catecúmena, fue alentador saber que teníamos el apoyo de nuestra comunidad y que nunca estábamos solos en nuestro camino”, comparte.
Sin embargo, la canadiense admite que este camino no lo ha andado sola, hay una persona que siempre la acompaña y que fue clave para dar su sí a Dios, al bautizo y a una vida nueva.
Al preguntarle quién considera que es su santo patrono ella comparte: “La Virgen María, quien no dudó en decir 'sí' a Dios”. Y cierra haciendo una invitación a aquellos que están pensando en bautizarse:
“Si sientes curiosidad, no tengas miedo de seguir ese sentimiento. ‘Porque yo sé los planes que tengo para ustedes, declara el Señor, planes para prosperarnos y no para dañarlos, planes para darles esperanza y un futuro’ (Jer 29,11)”.


