Respira, haz una señal cuando estés preparado, recuerda un buen momento. Existen algunas técnicas bastante sencillas para evitar conflictos a la hora de estudiar con los hijos
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Ayudar a los hijos en su momento de estudio y aclarar las dudas que puedan tener suele ser un tema que nos pone tensos a todos, "así que he decidido no preguntar más porque es muy malo para nuestra relación", dice esta madre de cuatro hijos. "Siempre es más fácil irritarse que ser paciente, amenazar a un niño que persuadirlo", decía san Juan Bosco, el gran educador. He aquí algunas técnicas para ser paciente con espíritu de servicio y caridad.
1La técnica del pañuelo: establecer un marco
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Para Bruno Riche, profesor de matemáticas y asesor en escolarización para padres de familia, apoyar a un niño no consiste tanto en explicarle la lección o corregirle los ejercicios como en proporcionarle un marco que le anime a trabajar y le dé confianza.
La técnica del pañuelo. "A veces nos encontramos con situaciones extremadamente tensas cuando la comunicación entre padres e hijos gira únicamente en torno a la escuela, las notas o los deberes. En esos casos, ¿por qué no abstenerse de hablar de la escuela en ciertos momentos, y en otros permitirse hacerlo, utilizando un gesto, como un pañuelo alrededor del brazo, para indicar que se va a abordar el tema?
Es una forma de limitar con el tiempo los temas irritantes y preservar las relaciones familiares. "Las relaciones se vuelven mucho más tranquilas, y los niños, menos presionados, se sienten más responsables y confiados", asegura el profesor.
2La estrategia del paraguas: mantener la calma
Cuando las cosas se ponen difíciles, Augustin adopta la estrategia del paraguas. Es muy sencilla. Consiste en levantar los brazos por encima de la cabeza formando un triángulo que representa un paraguas. "Te ayuda a dar un paso atrás, centrarte en otra cosa y absorber la irritación que empiezas a sentir", dice. Al mismo tiempo, también puedes respirar lenta y profundamente, aguantando la respiración uno o dos segundos antes de exhalar. Es una forma de reducir los niveles de estrés. De este modo, además de calmarte a ti mismo, estarás mostrando a tu hijo que hay formas sanas de afrontar la irritación.
3Recordatorios visuales: recordar un buen momento
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Por último, otro truco consiste en fijar o exponer una foto o un recuerdo de un buen rato pasado con tu hijo en el campo de visión de la habitación donde estás haciendo los deberes. Este recuerdo libera dopamina y oxitocina en el cerebro, las hormonas del bienestar que aportan calma y serenidad. Algunos expertos también recomiendan apoyar la mano sobre este recordatorio visual para tranquilizarse.
4El secreto de don Bosco: "hazlo todo con amor".
San Juan Bosco es el santo ideal al que recurrir cuando sientes que la situación comienza a salirse de control. Su método de educación se resume en el lema: "Hazlo todo con amor". Se basa en la caridad y el servicio. Dos elementos a tener en cuenta a la hora de recitar las lecciones.
En una carta a sus cohermanos, san Juan Bosco invita a los educadores a ponerse al servicio de sus alumnos, "como Jesús que vino a obedecer, no a mandar": "Así se comportó Jesús con sus Apóstoles, soportando su ignorancia, su rudeza e incluso su falta de fe".
Jesús nos invita, como padres, incluso cuando estamos un poco nerviosos, a permanecer mansos y humildes de corazón. San Juan Bosco continúa:
"Dejemos a un lado toda ira cuando tengamos que corregir sus defectos, o al menos moderémosla de modo que parezca completamente sofocada. Ni agitación en nuestro corazón, ni desprecio en nuestros ojos, ni insultos en nuestros labios. Tengamos compasión por el presente, esperanza en el futuro: entonces seréis verdaderos padres, y llevaréis a cabo una verdadera enmienda".
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