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Madre Esperanza y el agua milagrosa como en Lourdes

Madre esperanza santuario
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Maria Paola Daud - publicado el 17/03/25
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Historia del Santuario de Collevalenza y de la beata que se asemejaba a Padre Pío

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¿Quién era Madre esperanza?

María Josefa Alhama Valera nace en Santomera (España) el 30 de septiembre de 1893 en una familia muy humilde, el padre fue jornalero en los campos y su madre ama de casa. Ella era la mayor de nueve hermanos.

Tenía solo doce años cuando recibió la inspiración de difundir la devoción al Amor Misericordioso de Jesús. Era una niña muy inteligente lo que llamó la atención de un vecino de la familia que les aconsejó de llevarla a vivir con el párroco de la ciudad y sus dos hermanas para que recibiera un poco educación y fue la única educación que recibió Maria Josefa, porque nunca tuvo la oportunidad de ir a la escuela siendo niña.

A los 21 años parte para Villena, con el gran deseo que maduraba desde pequeña de llegar a ser santa como Tersa de Ávila.

En Villena se une como religiosa a las Hijas del Calvario, cambiando su nombre por María Esperanza de Jesús Agonizante. Más tarde la congregación se unifica con la Misioneras Claretianas, pasando a ser ella misma una claretiana.

madre esperanza

Los designios de Dios eran otros para la hermana Esperanza y en la noche de Navidad del 1930 nace en una Madrid bajo los vestigios de la Guerra Civil Española una asociación civil fundada por ella misma que llamó “Las esclavas del Amor Misericordioso”.

Junto a sus nuevas hermanas, abren en España varios colegios para dar refugio y un plato de comida caliente a los niños huérfanos y pobres a causa de la guerra.

En 1936 se muda a Roma para abrir junto a algunas de sus hermanas, una nueva comunidad de las Siervas del Amor Misericordioso.

Trabaja con sus hermanas en las periferias de Roma, acogiendo a niñas huérfanas. Más tarde estalla la Segunda Guerra Mundial, y a su congregación empiezan a llegar además de los niños pobres, muchos enfermos que confiaban en las curas de las hermanitas que tuvieron que reinventarse enfermeras dado la cantidad de heridos por los bombardeos en Roma.

Pasada la guerra en el año 1951, Madre Esperanza se traslada a Collevalenza (Todi), en la provincia de Perugia y allí funda la rama masculina, “Los Hijos del Amor Misericordioso”.

Murió el 8 de febrero de 1983. Fue beatificada con el consentimiento de Papa Francisco en Collevalenza el 31 de mayo de 2014. 

Sus restos son venerados en la cripta del Santuario del Amor Misericordioso, construido por ella en Collevalenza. Su memoria litúrgica cae el 8 de febrero, el día de su nacimiento al cielo.

¿Madre Esperanza como Padre Pío?

En Italia suelen comparar a Madre Esperanza con Padre Pío, por algunas coincidencias con los milagros concedidos.

Al igual que Padre Pío se bilocaba, en las noches luchaba con el demonio que le procuraba lesiones de varios tipos, en un momento también tuvo las llagas de Jesucristo, pero pidió a Dios la Gracia de quitárselas porque no podía trabajar con sus manos.

Todavía existe un testigo de los tantos milagros de Madre Esperanza, Pietro Iacopini que de joven ateo pasó a ser creyente y acompañó por 35 años a la beata.

Entre los milagros más importantes está el episodio en el cuál se alimentó a 500 personas con lo poco que había donado uno de los presentes. Cuenta Iacopini que el nivel de las ollas con comida se mantenían siempre al mismo nivel sin vaciarse. Una verdadera “multiplicación de los panes”.

Otros eventos al cuál fue testigo Iacopini fueron: cuando llovió dinero del cielo que sirvió para pagar a los obreros que construyeron el santuario (fueron muchos los testigos de este milagro), la materialización de una estatua del Niño Jesús que debía ser expuesto en la cuna del pesebre y tantas personas, entre ellos el obispo de Todi (Italia), fueron testigos de sus varios estados de éxtasis.  

El pozo del milagro

Un día Madre Esperanza manda, por orden del mismo Jesucristo, de excavar en la montaña donde ella indicaba, porque allí se encontraba una fuente de agua milagrosa.

Las constructoras a las que llamaba se negaban de hacer el trabajo diciendo que en ese lugar tan seco era imposible de sacar agua. Hasta que una empresa muy importante del norte aceptó diciendo que lo hacían solo por el dinero que iban a recibir, y que sería dinero regalado.

Con gran asombro una noche lograron encontrar agua después de excavar varios metros de profundidad. 

Los obreros inmediatamente llamaron a Madre Esperanza para decirle que habían encontrado el agua, como todo estaba muy oscuro, ella se asomó para ver el agua y todo el pozo se iluminó ante la incredulidad de obreros, seminaristas, religiosas y laicos que pudieron ver gracias a esa luz como el agua corría en la profundidad del pozo.

La Basílica y las piscinas de agua 

El buen Jesús dice a Madre Esperanza: "Quiero servirme de ti como alimento y sostén para muchas almas y que los hijos e hijas saquen de ti la sustancia de esta elaboración para darme mucha gloria en este Santuario, con el suave perfume del sacrificio, de la oración, de la renuncia y con el continuo ejercicio de la caridad y del amor hacia los más necesitados".

En el lugar donde se encontró el agua se construyó el santuario basílica obra del arquitecto español Julio Lafuente.

Está formada por diez capillas, las más importantes son la capilla del Crucifijo de Jesús Misericordioso, la capilla del Niño Jesús y la cripta donde se encuentra la salma de Madre Esperanza y el altar dedicado a María Mediadora de Misericordia.

En los dos accesos laterales, bajo un cono de luz, se sitúan las dos pilas de agua bendita de mármol blanco, en contraste con la piedra tosca que las sostiene. Es un símbolo del alma purificada por la Gracia de Dios.

Poco distante a la basílica se encuentran las piscinas donde los peregrinos se sumergen para recibir la gracia por medio de la “Liturgia de las aguas” dirigida por los sacerdotes Hijos del Amor Misericordioso.

Son miles los peregrinos que llegan todos los años y son bien acogidos por toda “La Familia Carismática del Amor Misericordioso” en estructuras donde alojar por varios días o pasar solo el día, recorriendo con fe los lugares que Madre Esperanza “construyó” para ellos.

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