Campaña de Cuaresma 2025
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Sin sentirlo, los meses han pasado y nos encontramos nuevamente en el inicio de la Cuaresma, para muchos un tiempo en el que se renuncia a deseos y gustos lícitos, para otros resulta ser una época de prohibiciones y para algunos más, el indicio de que se avecinan un periodo vacacional.
Sin embargo, la realidad del cristiano debería ser ponerse frente a un espejo espiritual y ahondar en sí mismo, para que la introspección de su alma rinda frutos. ¿Estás preparado?
Agitar el cernidor
El libro del Eclesiástico sentencia: "Al agitar el cernidor, aparecen las basuras" (Eclo 27, 5-8). ¡Qué manera tan gráfica de expresar que, si buscamos en nuestro interior, saldrán nuestros defectos y pecados!
Porque cuando nos adentremos en lo profundo de nuestra alma, surgirá lo que nos causa miedo y vergüenza, aquello que quizá no queríamos que saliera a relucir, pero que no desaparece simplemente por ignorarlo.
Pero cuando nos atrevemos a remover en lo profundo de nuestra conciencia, nos enfrentamos a nosotros mismos como si nos viéramos frente a un espejo. No podemos ocultarle nada a Dios, ¿por qué seremos tan ingenuos? ¿Acaso pensamos que nuestro Creador desconoce lo algo de nuestra vida?
Confiar en Dios
El Señor desea que nos confiemos a su infinito amor. Hagamos la prueba, que, si bien puede ser dolorosa, el ejercicio de introspección nos acercará a la misericordia divina.
¿Quién sino Él sabe de qué estamos hechos y está esperando que volvamos a sus brazos, como el hijo pródigo? Es tan consoladora la actitud del Padre que esperaba con ansia el retorno del hijo ingrato, que no deberíamos dudar un instante en imitarlo y decirle:
"Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros".
Porque es seguro que el Padre tendrá la misma respuesta para nosotros:
"Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó".
Y deseará hacer una fiesta, diciendo:
"Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado".
Introspección en Cuaresma
La Iglesia sabe que sus miembros somos pecadores, por eso ha dispuesto este tiempo de reflexión y penitencia para que podamos hacer un alto en el camino y decidamos cambiar el rumbo de nuestra vida. Pero para ello debemos comenzar haciendo una revisión minuciosa de nuestro interior.
Por eso, aprovechar la Cuaresma para realizar un buen ejercicio de introspección nos ayudará acelerar nuestro progreso espiritual y hará que el cambio sea evidente en los ambientes donde nos desenvolvemos a diario.


