Hoy Jesús nos invita a hacer una profunda reflexión sobre nuestra vida y nuestras relaciones. En el Evangelio del día, Jesús nos recuerda que nuestras acciones y palabras son un reflejo de lo que llevamos dentro y nos reta a ser sinceros con nosotros mismos, reconociendo nuestras propias fallas antes de juzgar a los demás.
En la reflexión que el padre Giovanni hace, nos comparte:
¿Qué dice tu vida sobre lo que realmente hay en tu corazón?
Jesús nos deja hoy varias enseñanzas poderosas que nos invitan a revisar nuestra vida y nuestra relación con los demás.
Comienza con una pregunta desafiante:
"¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo?"
Con esto, nos hace ver que no podemos guiar a otros si nosotros mismos no vemos con claridad.
A veces criticamos a los demás, queremos corregir sus errores, pero no nos damos cuenta de nuestras propias fallas.
Por eso, Jesús nos dice otra frase contundente:
"¿Por qué miras la paja en el ojo de tu hermano y no te fijas en la viga que llevas en el tuyo?"
Es fácil señalar los defectos de los demás. Es fácil ver lo que está mal en otros y no reconocer lo que está mal en nosotros.
Pero Jesús nos enseña que la verdadera conversión empieza en uno mismo.
No puedes hablar de perdón si guardas rencor.
No puedes enseñar humildad si vives con soberbia.
No puedes exigir justicia si no eres justo en lo pequeño.Si quieres cambiar el mundo, primero deja que Dios transforme tu corazón.
Jesús luego usa una imagen clara:
"No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos."
Esto nos revela una verdad profunda: no importa cuánto aparentemos, nuestra vida terminará mostrando quiénes somos realmente.
Puedes hablar bonito, puedes dar la impresión de ser una buena persona, pero tarde o temprano, tu corazón se reflejará en lo que haces.
Porque al final, de la abundancia del corazón habla la boca.
Si en tu corazón hay amor, saldrá amor.
Si en tu corazón hay amargura, saldrá amargura.
Si en tu corazón hay paz, transmitirás paz.No basta con parecer cristiano, hay que serlo de verdad.
Si quieres dar frutos buenos, permite que Dios sane tu corazón.
Hoy Jesús te pregunta: ¿Qué está saliendo de tu boca? ¿Qué revelan tus acciones? ¿Eres un árbol bueno o uno que necesita ser transformado?
Que tu vida sea testimonio de un corazón lleno de Dios.


