"Esta mañana, al término de las audiencias, el Papa Francisco ha sido ingresado en la Policlínica Agostino Gemelli para someterse a las pruebas diagnósticas necesarias y continuar en el hospital su tratamiento contra la bronquitis". El breve comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede puso en alerta al mundo mediático, que llevaba días especulando.
En efecto, la semana había comenzado con algunas señales de alarma. El domingo pasado, mientras celebraba la Misa al aire libre por el Jubileo de las Fuerzas Armadas, el Papa Francisco tuvo que interrumpir la lectura de su homilía, confiando a la multitud que sufría "dificultades respiratorias". Aquejado de bronquitis, como le ocurre con frecuencia en invierno, el pontífice argentino llevaba varios días dirigiendo todos sus encuentros desde su residencia, en lugar de en el Palacio Apostólico, para tomárselo con más calma.
El lunes, los anfitriones del jefe de la Iglesia católica -que tenía no menos de seis citas oficiales en su agenda- notaron lo cansado que estaba. "Estaba un poco preocupado por él. Se le notaba en la cara que estaba sufriendo, le faltaba el aire, era bastante difícil", dijo el rector de la Gran Mezquita de París, Chems-eddine Hafiz.
En las últimas semanas, muchas personas han señalado que ha engordado y que tiene la cara y las manos claramente hinchadas. "Esto plantea interrogantes sobre un posible tratamiento fuerte con corticosteroides", dijo un sacerdote de Roma que había estudiado medicina. Sin embargo, no hay información al respecto.
El martes por la noche, el Obispo de Roma apareció en un video pregrabado ante millones de telespectadores del popularísimo programa italiano Sanremo. "El Papa tiene muy mal aspecto", murmuraba la gente en bares y cafés al día siguiente, comentando los rasgos dibujados y el habla entrecortada del hombre de blanco.
"Desde ayer, se percibe una verdadera preocupación, incluso entre personas que normalmente permanecen imperturbables", confía una fuente vaticana. En la sala de prensa de la Santa Sede -que ha permanecido abierta esta tarde a modo de excepción-, algunos expertos vaticanistas experimentados se mostraban, no obstante, templados.
"Como en ocasiones anteriores, pasará unos días en el hospital, luego volverá y retomará sus actividades", vaticinaba uno de ellos, mientras otros se apresuraban al Gemelli para ofrecer cobertura en directo. Aunque todavía no se sabe cuánto tiempo permanecerá Francisco en el hospital, todas sus citas de este fin de semana, en el marco del Jubileo de los Artistas, han sido canceladas hasta el lunes inclusive. No obstante, el Papa podría rezar el Ángelus el domingo a mediodía desde el hospital, como ya ha hecho en otras ocasiones.
El Papa fue hospitalizado por última vez en el Gemelli en junio de 2023, donde pasó diez días sometido a una operación por una hernia intestinal con riesgo de obstrucción. En marzo de 2023, ya había sido hospitalizado por una bronquitis infecciosa. "Si hubiéramos esperado unas horas más, habría sido más grave", declaró a la televisión mexicana unas semanas más tarde.
