El cambio es una parte inevitable de la vida, pero a algunos, el miedo al cambio nos paraliza y nos impide funcionar con normalidad. Todos tenemos momentos en los que nos sentimos inseguros o tememos asumir riesgos. Tal vez tengas que tomar la decisión de cambiar de trabajo o estés pensando en mudarte, quizás vas a casarse o empezar en un nuevo colegio.
Para las personas con metathesiophobia -el término clínico para el miedo al cambio- estos sentimientos son más intensos y penetrantes que para la mayoría de la gente. Algunas personas incluso sufren ataques de pánico ante cualquier cambio inminente, aunque sea pequeño, como un cambio de peinado.
Si su miedo al cambio es menos grave, existen métodos de afrontamiento que puede utilizar a diario para superarlo. Veamos qué aconsejan los psicólogos, pero también qué dicen los santos sobre cómo afrontar la ansiedad.
1Lleva un diario
Llevar un diario puede ayudarte a comprender mejor tus miedos y a cambiarlos. El mero hecho de anotar lo que temes e idear aunque solo sea un pequeño paso para eliminar la amenaza te ayuda a adquirir una sensación de mayor control sobre la situación.
Un diario también nos permite llevar un mejor registro de los cambios. Escribir un diario ha sido la práctica de muchos santos. Santa Faustina Kowalska, por ejemplo, anotaba en su "Diario" experiencias espirituales que la ayudaron a comprender y superar dificultades.
"Jesús, confío en ti contra toda esperanza, contra todo sentimiento que tengo dentro y que se opone a la esperanza", escribió.
2Meditación, oración, examen de conciencia
Como demuestra la práctica psicológica, la meditación también puede ser una herramienta útil cuando se intenta superar el miedo al cambio. Cuando nos tomamos un tiempo cada día para la autorreflexión (incluido un examen de conciencia), podemos entender mejor lo que necesitamos y lo que falta en nuestras vidas, lo que a su vez puede ayudar a aceptar el cambio un poco más fácilmente.
"Nunca te acuestes sin antes hacer examen de conciencia de todo el día pasado y volver todos tus pensamientos a Dios".
3Céntrate en lo que puedes controlar
Ante la incertidumbre, concéntrate en lo que puedes controlar, en lugar de preocuparte por cosas que escapan a su control. Concentra tu energía en las actividades que tienes en manos, como investigar opciones, planificar y prepararse mental, emocional y físicamente. De este modo, cuando haya que tomar decisiones, es menos probable que tengas una reacción de pánico.
Muchos santos han subrayado la importancia de confiar en Dios y no preocuparse por el futuro:
"No mires con temor los cambios de la vida; más bien, míralos con la plena esperanza de que, cuando se presenten, Dios te guiará con seguridad a través de todas las cosas; y cuando no puedas soportar algo, Dios te acogerá en sus brazos".
4Hablar con amigos y familiares
Comenta tus preocupaciones con un amigo o familiar de confianza. Pueden tener preocupaciones similares y ofrecerte consejos sobre cómo abordarlas, basándose en su propia experiencia. Un intercambio con alguien de confianza nos ayude a poner las cosas en perspectiva.
"Amigo es el que trae ayuda en las dificultades, aconseja en las dudas, levanta el ánimo en las penas".
5Evitar
Evitar el cambio necesario por miedo conduce en última instancia a aumentar el estrés y, al mismo tiempo, por medio de una profecía autocumplida, a consecuencias negativas reales. A menudo, el miedo al cambio puede causar más sufrimiento que el propio cambio.
"Vive en la fe y en la esperanza, aunque estés en la oscuridad, porque en esa oscuridad Dios protege el alma. Confía en Dios porque eres suyo, y Él no te olvidará".