"Agradezcamos a los migrantes que vengan, porque la edad de la población local [en España e Italia] es un poco escandalosa", dijo el Papa Francisco el 4 de noviembre en un discurso a los participantes en el tercer encuentro “Iglesias, hospitales de país”, una iniciativa apoyada por la asociación española Mensajeros de la Paz.
"Creo que la media de edad en Italia es de 46 años. No tienen hijos. Sí, todos tienen un perro o un gato, pero no tienen hijos. Y los inmigrantes que llegan, bueno, en cierto modo, son los hijos que no queremos tener", prosiguió el pontífice argentino en su discurso pronunciado en español.
Para el Papa Francisco, ocuparse de los más vulnerables "es siempre un privilegio" porque es "ocuparse del Señor mismo". Los cristianos deben entender que la evangelización no es "algo abstracto" ni una "ideología reducida al adoctrinamiento".
"Cada vez que tenemos la oportunidad de acercarnos a ellos, de ofrecerles nuestra ayuda, es una oportunidad de tocar la carne de Cristo", insistió
Desde el inicio de su pontificado y su visita a la isla de Lampedusa en julio de 2013 para denunciar el drama de los migrantes en el Mediterráneo, el Papa Francisco ha multiplicado los mensajes dirigidos a acogerlos y promoverlos en los países de acogida.
Al mismo tiempo, expresa regularmente su preocupación por el descenso de la natalidad en Europa, una región del mundo que definió el pasado mes de mayo como un "continente de viejos", con ocasión de un simposio sobre la natalidad organizado en Roma.
En Italia, el envejecimiento de la población se acelera: la edad media era de 46,4 años en 2022, frente a los 46,2 de 2021. El país tiene una de las tasas de fecundidad más bajas de Europa -1,24 hijos por mujer- y el número de residentes no deja de disminuir, según las estadísticas oficiales. Italia tendrá 59 millones de residentes en 2022. Se espera que descienda a 58,1 millones en 2030, 54,4 millones en 2050 y 45,8 millones en 2080.