La espiritualidad de san Francisco de Asís nos permite llevar nuestra fe a otro nivel, es decir, vivirla más profundamente cada día y con ello transmitirla a los demás, desde nuestra familia y amigos, hasta aquellos que no conocemos, pero que nos cruzamos en la calle. Entonces, ¿a qué se refería san Francisco cuando dijo: "Evangeliza en todo momento y solo cuando sea necesario usa las palabras?"
Existe una frase que dice "el cuerpo habla, lo que la boca calla", en efecto, nuestros gestos, actos y comportamientos son un reflejo de nuestra vida y hábitos.
Nadie ama lo que no conoce
El consejo de san Francisco de Asís cobra sentido al tener un amor profundo por Dios. Solo de esa manera podremos dar testimonio del Evangelio, ya que, si queremos evangelizar, debemos tener un fuerte y profundo sentido de conversión diaria para poder dar testimonio.
San Francisco también invitaba siempre a la comunidad a llevar un estilo de vida centrado en Dios. Él escribió:
"Ten cuidado con tu vida, quizás sea el único Evangelio que muchos vayan a leer"
En efecto, muchos quizás ni siquiera conozcan a Dios verdaderamente y quizás no vayan a abrir la Biblia, pero lo que sí verán son tus acciones. Nuestra vida puede ser un instrumento de Dios para llevar su Evangelio.
Aquí los consejos que nos inspira el santo para lograrlo:
1Una alma humilde
Sin dudarlo, una de las más grandes enseñanzas de este santo es la humildad, inclusive al despojarse de todas sus pertenencias materiales, así como en su oración y en el trato con los demás. Lo explica él mismo:
"Ten cuidado cuando estés con tu familia, tus parientes y amigos solo busca ser sencillo y humilde y de entrega generosa como tu madre María y no busques otra cosa".
2Los modales
Definitivamente, nunca pasarán de moda y, así como son importantes en la mesa, también lo son al momento de visitar algún templo para participar de la Misa. Actuando con respeto y reverencia mostramos nuestra actitud hacia Dios.
Dice san Francisco "Cuando estés en la Iglesia, escúchale desde el corazón, sin apenas palabras, y dale gracias por 'Todo' incluso por 'todo lo malo', para ser cómo Él".
3Cuida tu trabajo
Haz bien tu trabajo, de acuerdo a lo que te toca hacer; y no hagas lo que no debes. "Hasta el buey hace bien su trabajo", mencionó san Francisco.
4Cuida tus decisiones y acciones
"Ten cuidado con los pasos que vayas a dar, no vaya a ser que no puedas dar marcha atrás y caigas al abismo". Si queremos ser reflejo de Cristo, tenemos que pensar siempre ante cualquier situación: ¿Qué haría Jesús si él estuviera aquí frente a esta decisión?
5Ama en todo momento
San Francisco de Asís concluye diciendo: "Todavía estás a tiempo de amar y de olvidarte de ti mismo ¡Llénate del amor de Jesús y de la humildad y sencillez de tu Madre María! Entrégate con generosidad y no busques otra cosa".
En esta casa común llamada Tierra, estamos llamados a dar testimonio de Cristo, vivir con el único objetivo de buscarlo y amarlo en cada paso que demos. Él que todo lo ve lo recompensará.