separateurCreated with Sketch.

Primera ordenación de la parroquia natal de Sigrid Undset en 500 años

Deacon Mathias Bruno Ledum addresses congregation at his ordination in Oslo, Norway
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Theresa Civantos Barber - publicado el 17/09/24
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Un siglo después de la conversión de la Premio Nobel, el diácono Mathias Ledum es el primer hombre ordenado sacerdote de su parroquia natal

Cuando era niño y crecía en una pequeña ciudad de Noruega, donde solo el 3% de la población es católica, el diácono Mathias Ledum apenas conocía a nadie que compartiera su fe.

"Crecer como católico en mi pequeña ciudad natal fue todo un reto, pues solo éramos católicos yo, mi hermana, mi madre, mis tías y mis primos, y otra familia filipino-noruega", cuenta a Aleteia.

Pero sabía que vivía cerca de la casa de Sigrid Undset, una de las escritoras católicas más famosas de todos los tiempos, ganadora del Premio Nobel y figura emblemática en su Noruega natal. Mientras discernía su vocación religiosa, se dio cuenta, poco a poco, de que sus trayectorias con la Iglesia católica estaban estrechamente relacionadas.

Un siglo después de su conversión -y de sus muchas oraciones por las vocaciones noruegas- Mathias Ledum se ha convertido en el primer hombre ordenado sacerdote de su parroquia natal.

Después de que el National Catholic Register informara de la ordenación diaconal de Ledum, Aleteia se puso en contacto con él para conocer su historia y lo que supone ser el primer sacerdote de la parroquia natal de Undset desde su conversión hace 100 años, ¡y desde el año 1537 aproximadamente!

"Estoy seguro de que ahora debe de estar contenta de ver que nuestro seminario está experimentando un boom de vocaciones, y espero que se regocije en el hecho de que sus oraciones finalmente, en la providencia de Dios, condujeron a una vocación de su propia parroquia natal", dijo. "Saber que ella, en cierto modo, rezó por mi vocación es algo que me conmueve profundamente y que refuerza la conexión entre ambos".

Mathias Bruno Ledum receives the sacrament of Holy Orders from the Roman Catholic Bishop of Oslo, Bernt Ivar Eidsvig
Mathias Bruno Ledum recibe el sacramento del Orden de manos del obispo católico romano de Oslo, Bernt Ivar Eidsvig.

Una vocación inesperada

Al recordar su infancia, Ledum dice: "Había pocas cosas en la superficie que pudieran indicar que algún día querría ser sacerdote".

De adolescente, soñaba con ser batería de una banda de metal o patinador profesional, y tenía el pelo largo y el monopatín siempre presente para acompañar esta ambición; pero su fe siempre fue fuerte.

"Siempre estaba en Misa los domingos, ansioso por cumplir con mi deber como monaguillo", dice. "Debía de ser un espectáculo muy extraño verme entrar en la iglesia con el monopatín bajo el brazo y, en otro momento, ¡sirviendo en el altar con sotana y cotona!"

A pesar de los típicos periodos de desinterés e indiferencia mientras crecía, la Iglesia y la liturgia siempre le llevaron a él y a su vacilante fe.

"El sacerdocio me fascinó profundamente", recuerda. Veía algo heroico en el modo en que estaban presentes para todo tipo de personas en todo tipo de situaciones. Los sacerdotes que conoció "eran ejemplos virtuosos de cómo imitar a Cristo, sin dejar de ser honestos con su fragilidad e imperfección como cualquier otro ser humano".

"Alegría contagiosa"

Lo que realmente despertó su curiosidad, sin embargo, fue la forma en que irradiaban "alegría contagiosa". Mientras que la cultura pop parecía fomentar el dinero, la fama y el sexo como receta para una vida feliz, él vio que los sacerdotes habían renunciado a todas estas cosas pero seguían teniendo "una alegría y una paz tan profundas y genuinas, y compartían esta alegría con todos los que les rodeaban en abundancia".

Por aquel entonces, Ledum tenía novia y se veía a sí mismo como padre de familia con un trabajo de 9 a 5 horas. Pero no podía dejar de pensar en la alegría de los sacerdotes.

"¿De dónde la sacaban? Yo también quería esa alegría y esa paz. ¿Cómo podían tener esa alegría si vivían célibes? No tenían mujer ni hijos con los que volver a casa después de un largo día de servicio. Yo solo podía ver el celibato como algo que me haría desgraciado y solitario, así que mi discernimiento hacia el sacerdocio terminó ahí… o eso pensé".

El viaje que supuso un punto de inflexión

Todo cambió cuando Ledum viajó a Honduras para un proyecto de intercambio a los 19 años.

"Frente a la brutal realidad que le tocó vivir a la comunidad local, encontré personas con una fe tan perdurable y una esperanza tan radical", afirma. "Los testigos más claros de ello fueron los sacerdotes y las monjas que conocí allí".

Estos hombres y mujeres sacrificaban una vida cómoda para servir a quienes vivían en la más profunda pobreza y en condiciones de vida difíciles, y en ellos reconoció esa misma alegría y paz que había visto en otros sacerdotes.

La experiencia le convenció de que la vida es mucho más que perseguir la riqueza material, el prestigio y el placer superficial. También vio cómo el celibato ayudaba a sacerdotes y monjas a vivir el servicio desinteresado.

Fue entonces cuando empezó a preguntar a Dios si estaba llamado a ser sacerdote, pero tuvieron que encajar muchas más piezas antes de que estuviera seguro de su vocación.

La oración secreta de una madre

Después de tres años de discernimiento en oración, mientras completaba sus estudios universitarios y trabajaba en una parroquia, por fin se sintió preparado para ponerse en contacto con la diócesis para ser admitido en el seminario.

Su madre, que le educó como católico, estaba muy enferma en ese momento. Justo antes de morir, pudo hablarle de su vocación religiosa.

"Cuando por fin tuve el valor de decírselo, a pesar de su estado, expresó una gran alegría", dice.

Después de comunicarle la noticia de su vocación, ocurrió algo que pareció una increíble confirmación de su decisión:

"Lo más alucinante y conmovedor fue enterarme por unos familiares de que mi madre rezaba en secreto con ellos para que yo discerniera la vocación al sacerdocio".

Ella nunca le habló de hacerse sacerdote, pero en privado se lo confiaba a Dios en sus oraciones. Él se maravilló: "¡Qué regalo!"

Una predicción profética

Mientras Ledum continúa el proceso hacia la ordenación sacerdotal, piensa a menudo en Sigrid Undset, cuyo ejemplo y oraciones fueron tan formativos en su vocación.

Le sorprendió descubrir que, en cierto modo, ella predijo cómo surgiría su vocación:

"En 1927 escribió proféticamente en un ensayo que el número de fieles disminuiría en Europa, pero también predijo que los países que una vez fueron evangelizados por Occidente enviarían a sus misioneros de América Latina, Asia y África para llevar la fe de nuestros antepasados de vuelta a Noruega. Dado que la primera vocación de su parroquia natal se debe en gran parte a mi madre, que emigró de Filipinas y trajo consigo la fe católica, ¡sin duda podemos decir que Undset había dado en el clavo!"

Su sentimiento de conexión con ella creció aún más cuando se enteró de que Undset, antes de convertirse, solía venir a misa en su pequeño pueblo natal de Tretten, a unos 18 kilómetros de su casa, ya que allí vivía su madrina Mathea Baadstø.

"El lugar donde se celebraban estas misas es ahora un hostal y restaurante [llamado "Tretten kro & motell"] y todavía se pueden ver fotos de prelados católicos, sacerdotes y Undset colgadas en la pared, que cuentan la historia de un lugar que posiblemente fue el primero donde se celebró misa en el valle de Gudbrandsdal después de la Reforma", dijo.

Portrait of Sigrid Undset by Aage Remfeldt
Retrato de la novelista Sigrid Undset por Aage Remfeldt. Undset recibió el Premio Nobel de Literatura en 1928.

Su conexión familiar con Sigrid Undset

Una última conexión, especialmente asombrosa, es que Undset conoció personalmente a su familia. "En dos de sus libros menciona a mis parientes y nuestra cabaña en la montaña, y describe cómo disfrutaba yendo allí a charlar mientras tomaba café y comía gofres", explica.

Todas estas conexiones hicieron especialmente apropiado que, para su ordenación diaconal, Ledum vistiera ornamentos que la propia Undset donó en 1930.

Ledum y sus compañeros sacerdotes y seminaristas se enfrentan al enorme proyecto de evangelizar Noruega. A pesar de los retos que tiene por delante, mira hacia su próximo ministerio con la misma alegría, paz y fervor que una vez notó en otros sacerdotes.

"Definitivamente, se está produciendo un despertar espiritual en los países nórdicos. Cada año hay más conversos, y vemos una comunidad cada vez mayor de jóvenes y adultos jóvenes que vuelven a la fe. Es evidente que la gente busca algo más, algo más grande que ellos mismos".

Mientras Ledum continúa sus estudios y avanza hacia su ordenación sacerdotal, ¡nuestras oraciones y mejores deseos estarán con él!

Puedes ver las fotos de la ordenación aquí:

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.