El psicólogo social Jonathan Haidt explora el aumento de la ansiedad y la depresión entre los jóvenes en su nuevo libro La generación ansiosa: cómo el gran reconfiguración de la infancia está causando una epidemia de enfermedades mentales.
En el argumenta que nuestra cultura atravesó una transición preocupante de una "infancia basada en el juego" a una "infancia basada en el teléfono", una transición que causó una crisis de salud mental.
Haidt presenta más de una docena de mecanismos por los cuales este "gran recableado de la infancia" ha interferido en el desarrollo social y neurológico de los niños, abarcando desde la privación del sueño hasta la fragmentación de la atención, la adicción, soledad, contagio social, comparación social y el perfeccionismo…
Lo más importante es que Haidt hace un claro llamamiento a la acción. Diagnostica los "problemas de acción colectiva" que nos atrapan y propone cuatro sencillas reglas que podrían liberarnos. Describe los pasos que pueden dar los padres, profesores, escuelas, empresas tecnológicas y gobiernos para poner fin a la epidemia de enfermedades mentales y restablecer una infancia más humana.
1No teléfonos inteligentes antes de la secundaria
Haidt dice que los cerebros de los niños no están preparados para la naturaleza adictiva de un teléfono inteligente antes de la escuela secundaria.
Esta recomendación está en el centro de la popular campaña Wait Until 8th (Esperar hasta el 8.º grado) , en la que los padres firman un compromiso de no dar a sus hijos teléfonos inteligentes al menos hasta el final del octavo grado, un compromiso que han firmado más de 50 mil familias en Estados Unidos.
2No usar redes sociales antes de los 16 años
El efecto destructivo de las redes sociales en los jóvenes ha alcanzado el nivel de una crisis de salud pública. El Cirujano General de Estados Unidos, Dr. Vivek Murthy, publicó el año pasado un Aviso sobre las redes sociales y la salud mental de los jóvenes.
"Hay cada vez más pruebas de que el uso de las redes sociales está asociado con daños a la salud mental de los jóvenes", dijo Murthy. "Estamos en medio de una crisis nacional de salud mental juvenil y me preocupa que las redes sociales sean un factor importante de esa crisis, que debemos abordar con urgencia".
3No hay teléfonos en la escuela
Si bien algunas escuelas utilizan teléfonos para la educación, Haidt sostiene que los efectos nocivos superan con creces los beneficios y sugiere medidas prácticas como la instalación de taquillas para los teléfonos de los estudiantes.
4Más independencia, juego libre y responsabilidad
Esta sugerencia es la más difícil de medir, pero se corresponde con un creciente número de investigaciones sobre los beneficios de dar a nuestros hijos oportunidades de intentarlo y fracasar.
Los padres y las escuelas informan del éxito de iniciativas como el proyecto Let Grow, que fue diseñado para dar a los niños la independencia que necesitan para convertirse en adultos capaces, seguros y felices, y sostienen que "los niños de hoy son más inteligentes y fuertes de lo que nuestra cultura les atribuye".
Las redes sociales ciertamente tienen sus beneficios (como permitirnos conocer el innovador libro de Haidt), pero, como cualquier cosa poderosa, deben manejarse con sabiduría y cuidado.
Recuperemos la infancia de los niños con estas medidas sencillas y de sentido común.