Los psicólogos recomiendan llevar a cabo actividades para mejorar la comunicación y conocernos un poquito mejor en la familia. Para ello, podría servir una actividad titulada: "Encuentra la Mentira".
¡A jugar!
El juego consiste en que, durante la comida o en el trayecto del colegio a casa, cada miembro de la familia debe contar tres cosas: dos que realmente ocurrieron durante la jornada escolar, y una que no es verdad. El resto debe adivinar cuál es la falsa.
Es una fórmula graciosa y divertida para que tus hijos te cuenten los momentos más destacados de su día, y también una oportunidad para vislumbrar, a través de esa noticia que no ha sucedido, sus anhelos más profundos o sus miedos más ocultos.
Además, es una oportunidad para que ellos también conozcan tu día y tus debilidades. Esto les ayudará a desarrollar la empatía, comprendiendo, por ejemplo, que mamá hoy ha tenido un mal día en la oficina y por eso está más irritada.
Las personas son como las matemáticas: resultan mucho más sencillas cuando las entendemos. Al comprender por qué alguien actúa de una determinada manera, podemos responder con más paciencia y cariño, fortaleciendo así los lazos familiares y fomentando un ambiente de comprensión mutua. Recuerda que, cuanto más nos conocemos, más nos comprendemos, ergo más nos queremos. Este juego nos brindará la oportunidad de querernos mucho, mucho más.
Dios también quiere escuchar de ti
Al terminar el día, ¿por qué no hacer algo parecido con nuestro Padre del Cielo? Podemos concluir la jornada recordando con Él los mejores y los peores momentos del día.
Para ello, te recomendamos reservar un tiempo en la noche y practicar la siguiente rutina antes de ir a dormir.
1Da las gracias
Primero da gracias por todo lo ocurrido en tu día, desde aspectos positivos que disfrutaste y te hicieron feliz, hasta momentos que quizás fueron más pesados, pero que te ayudaron a crecer y madurar. A Dios le encanta escuchar absolutamente todo de ti. No lo dudes ni por un momento.
2Realiza un examen de conciencia
Después de darle las gracias, puedes analizar todo tu día y así sabrás cuáles fueron las cosas que te hubiera gustado que hubieran sido diferentes, y qué harías de forma diferente si pudieras volver atrás.
Pídele perdón por las faltas, expresando dolor por los pecados, para que el Espíritu Santo te infunda la ilusión y la fuerza de comenzar y recomenzar de nuevo al día siguiente.
3Destaca tus mejores momentos del día
Así como aquella actividad para realizar en familia y conocer más sobre cada integrante, puedes aplicarla igualmente con Dios, platícale aquellos momentos que más destacaron en tu día y por qué.
Recuerda que cuanto más tratamos y más conocemos a las personas, más las queremos; pues con el Señor pasa exactamente lo mismo. No dejes de hablar con el Señor, no te acuestes sin haber tenido una conversación, sin haber jugado con tu Padre del Cielo.