"El Jubileo [2025] debe comprometer a todos los creyentes a pedir inequívocamente la abolición de la pena de muerte", escribe el Papa Francisco en un prefacio publicado en el portal Vatican News el 18 de agosto de 2024. En 2018, el pontífice argentino hizo modificar el Catecismo de la Iglesia católica para hacer totalmente «inadmisible» el uso de la pena capital.
El Papa Francisco escribió el prólogo del libro, titulado Un cristiano en el corredor de la muerte. Mi compromiso junto a los condenados, escrito por Dale Recinella y publicado el 27 de agosto por la Librairie éditrice vaticane (LEV). El autor estadounidense es un antiguo abogado que desde 1998 trabaja como capellán laico para los condenados a muerte en las prisiones de Florida.
En su prefacio, el Papa reitera su firme condena de la pena de muerte, afirmando que en "ningún caso" puede ser "la solución a la violencia". "Lejos de hacer justicia, las ejecuciones alimentan un sentimiento de venganza que se convierte en un veneno peligroso para el cuerpo de nuestras sociedades civilizadas", escribe.
El Pontífice pide a los Estados que den a los presos la oportunidad de "cambiar verdaderamente sus vidas, en lugar de invertir dinero y recursos para reprimirlos". Espera que el Jubileo 2025 -un gran acontecimiento de la Iglesia durante el cual millones de peregrinos acudirán a Roma- sea una oportunidad para que los creyentes se comprometan a abolir la pena de muerte.
Una pena "inadmisible" para la Iglesia
El Papa Francisco citó entonces el artículo 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica, que modificó en 2018, y recordó que "la pena de muerte es inadmisible porque viola la inviolabilidad y la dignidad de la persona".
Antes de 2018, la última versión del Cateciscmo explicaba que el recurso a la pena de muerte era posible en "casos de absoluta necesidad", pero afirmaba que esos casos eran "ahora muy raros, por no decir prácticamente inexistentes".
Desde su elección en 2013, el Papa Francisco ha condenado regularmente la pena de muerte. En su oración de septiembre de 2022, pidió a todos los católicos que rezaran por su abolición universal.
Más de mil ejecuciones conocidas en 2023
En 2023, Amnistía Internacional registró mil 153 ejecuciones en 16 países, aunque no pudo contabilizar las que tuvieron lugar en países como China. "La mayoría de las ejecuciones conocidas tuvieron lugar en China (varios miles), Irán (al menos 853), Arabia Saudí (172), Somalia (al menos 38) y Estados Unidos (24)", detalla la ONG en su informe.
112 países han abolido la pena de muerte para todos los delitos y un total de 144 lo han hecho en la ley o en la práctica, explica Amnistía Internacional.
Jesús acogió a un condenado a muerte
En su prefacio, el Papa reconoce que la misión de capellán en el corredor de la muerte es "ardua", ya que implica "el daño causado a las víctimas, que no puede ser reparado; el daño experimentado por el condenado, que sabe que está destinado a una muerte segura; el daño que, con la aplicación de la pena capital, se infunde en la sociedad".
Pero insiste en que ningún error o acción humana puede "alejarnos para siempre del Señor; y Dios sólo puede perdonarnos".
Aunque reconoce que "la infinita misericordia de Dios también puede escandalizar", añade que "Jesús acogió en sus brazos a un ladrón condenado a muerte". Se refería al "buen ladrón" crucificado junto a Jesús que, tras un diálogo, le garantizó un lugar en el paraíso.