separateurCreated with Sketch.

El mensaje de un obispo ante la imparable violencia de México

Violencia del crímen organizado en Chiapas obliga al desplazamiento. El obispo jaime calderón calderon emite un mensaje

Miembros del ejército mexicano custodian a personas que huyen de la violencia generada por grupos armados en Chiapas, México, el 12 de junio de 2024.

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Majo Frias - publicado el 27/07/24
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
El obispo Jaime Calderón Calderón denunció la inacción de las autoridades ante la situación de violencia extrema que se vive en Chiapas y emitió un mensaje de aliento a la población "¿Cuántas veces Dios nos ha mostrado cuánto le importamos y nos ha sostenido?"

El miércoles 24 de julio, el obispo emérito de Tapachula y Arzobispo electo de León, Jaime Calderón Calderón, emitió un mensaje con motivo del sufrimiento que provoca el crimen organizado en la zona de la sierra de Chiapas, donde desde hace más de un año se vive una disputa territorial entre dos cárteles de la droga (Cártel Jalisco Nueva Generación y Cártel Sinaloa) que ha generado enfrentamientos, homicidios y desplazamiento de pobladores hacia Guatemala.

Al menos 580 personas -incluidos niños, mujeres y ancianos- han arribado a Guatemala para refugiarse del crimen, confirmo el pasado miércoles Bernardo Arévalo, Presidente guatemalteco.

El comunicado de monseñor Calderón Calderón comienza señalando la “indiferencia y complicidad aparente” de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano ante la violencia que ejercen los cárteles de la droga en la zona. 

“Al rezago y la pobreza ancestral que han padecido, ahora tienen que sumar: vivir secuestrados en sus comunidades, pagar el derecho de piso (...), ser obligados por turnos para estar en los retenes que impiden el libre tránsito llamados filtros -so pena de ser multados y agredidos si no cumplen con este deber impuesto-, pagar a precios muy altos la escasa mercancía que se vende en los negocios que de sus ganancias deben sacar la cuota que les dé derecho a mantener su trabajo y, en últimas fechas -20 y 22 de julio del 2024-, ser amedrentados, amenazados y obligados a participar como escudos humanos en los enfrentamientos de los cárteles de la droga”. 

La diócesis de Tapachula señala que vivir así es desesperante debido al “profundo sentido de impotencia” ante la situación que se vive, donde la gente de los cárteles se dispone a su antojo de la población y las autoridades, que permanecen inmóviles ante el dolor del pueblo.

¿Qué tenemos que hacer o decir para que el gobierno cumpla su deber, al menos, de proteger y velar por la seguridad de las comunidades?, se pregunta el obispo.

“Nos habrán abandonado todos, pero Dios nuestro Padre no nos abandonará”. 

Ante esta situación, el obispo dirige un mensaje de esperanza y cercanía recordando que Dios nunca permanece indiferente al sufrimiento de su pueblo (cf. Ex 3, 7-8) y resalta: “La presencia de Dios sostiene, alienta y alimenta la esperanza”.

“Cuando más complicada está la situación, cuando pareciera que a nadie le importa lo que estamos viviendo, cuando sentimos que no tenemos con qué quitarnos el yugo de quien nos somete, cuando sufrimos ante la indiferencia de aquellos que cobran y viven de protegernos, cuando pareciera que nuestro deber es resignarnos, perder la esperanza, rendirnos, darnos por vencidos y esperar la muerte, una luz de esperanza ha de brillar en el horizonte, la luz de la presencia de Dios. 

Dios no nos abandonará, Dios nuestro Padre se apiadará de nosotros, la violencia de los cárteles de la droga no nos va a vencer, la indiferencia de las autoridades no va a hacer que nos rindamos. 

Tenemos que seguir viviendo y comprometiéndonos en seguir construyendo en un horizonte de esperanza. Hermanos de la Foranía Sierra y de todo el territorio diocesano: nos habrán abandonado todos, incluso la autoridad civil, pero Dios nuestro Padre no nos abandonará. En Él está nuestra esperanza, Él es nuestra fortaleza, a Él sí le importamos, con Él saldremos adelante. No nos desanimemos y no nos rindamos. En estos momentos críticos en que parece que estamos a punto de claudicar, saquemos fuerzas de nuestro pasado: 

¿Cuántas veces no hemos estado contra la pared por los desastres naturales y nos hemos levantado?, ¿Cuántas veces Dios nos ha mostrado cuánto le importamos y nos ha sostenido? Tengan confianza, hermanos y hermanas, Dios nuestro Padre no nos va a abandonar ahora, con su ayuda saldremos adelante”.

Ante una situación que pareciera que continuará de la misma forma, anima a toda la diócesis a trabajar por la unidad y cuidarse como hermanos. “No nos dividamos entre nosotros ni nos regalemos por dinero al crimen organizado, siendo nosotros los opresores de nuestros hermanos”.

A sus hermanos sacerdotes y agentes pastorales de la sierra, les recuerda: “Que el odio y el rencor no lleguen a sus corazones. No les falte ánimo y fortaleza para estar cerca del que sufre. Todos nosotros, los que formamos esta familia diocesana de Tapachula, los alentamos y nos comprometemos a estar al tanto de ustedes”.

Esclavitud y sometimiento en pleno siglo XXI

“¿Hasta cuándo van a vivir tratando de esconder una realidad triste y dolorosa que nosotros vamos cargando día a día?” pregunta a las autoridades, de los diferentes niveles de gobierno, y pide que hagan lo que les corresponde para parar la situación de “esclavitud y sometimiento” que se vive en pleno siglo XXI.

Por último, a quienes trabajan “por dinero para los cárteles de la droga” les recuerda: “También ustedes son hijos de Dios”. 

“No se dejen ganar por la ambición y corrijan desde hoy aquello de lo que pudieran arrepentirse el día de mañana. También ustedes son seres humanos, tienen familia e hijos, que el dinero no les impida ver el sufrimiento de sus hermanos. También Ustedes son hijos de Dios, recuérdenlo siempre, honren a su Padre Dios y no lo avergüencen con sus acciones que provocan el dolor y el sufrimiento de sus hermanos”.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.