El desplazamiento forzado en muchas regiones de México y de Centroamérica tiene, como es obvio, una primera causa: la violencia de las organizaciones criminales que operan en vastas zonas de la región en total impunidad.
La segunda causa es la pobreza y la falta de oportunidades de empleo. Sin embargo, hay una tercera causa de migración que casi nadie reconoce: la que se produce por efecto del cambio climático.
Según el Centro de Monitoreo de Desplazamientos Internos (IDMC, por sus siglas en inglés), la principal fuente mundial de datos y análisis sobre el desplazamiento interno, “México es propenso a una amplia gama de peligros meteorológicos y geofísicos, y varios estados se ven afectados por la violencia criminal y de otro tipo, todo lo cual conduce al desplazamiento interno”.
Los desastres ligados en parte al cambio climático provocaron 19 mil desplazamientos en el año 2021. Los principales desastres en este renglón son inundaciones, movimiento de masas húmedas, incendios forestales, temperatura extrema, sequía, huracanes y tormentas extremas.
“Ningún país es inmune al desplazamiento por desastres, pero podemos ver una diferencia en cómo el desplazamiento afecta a las personas en los países que se preparan y planifican sus impactos y en aquellos que no lo hacen”, escribe Alexandra Bilak, directora del IDMC.
Aunque en México existen iniciativas de ley, la mayor parte de ellas se dirigen a la violencia, dejando a un lado, casi sin reconocerlo, el desplazamiento interno por efecto de cambio climático. Y en este sentido, la geografía de los desastres climáticos coincide con la geografía de la pobreza, de la vulnerabilidad que provoca la pobreza.
En 2050 aproximadamente 27 millones de mexicanos podrían estar en riesgo de desplazamiento interno por causas del cambio climático
Dos geografías y un rostro
Datos contenidos en el Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático indican que en México hay 24 millones de personas vulnerables a las inundaciones, causa principal de los desplazamientos asociados a desastres y en crecimiento por el calentamiento global (la temporada de huracanes de 2024 es un ejemplo de este incremento).
En otras palabras, de los 2 mil 477 municipios que hay en México, 480 son “altamente vulnerables” a efectos de cambio climático, y 880 son “moderadamente vulnerables”. De seguir así las cosas en el país, según los investigadores, en 2050 aproximadamente 27 millones de personas estarán en riesgo de desplazamiento interno por causas del cambio climático.
Los efectos del cambio climático varían de país en país, pero se pueden englobar en aumento de la temperatura global, degradación de la tierra, aumento del nivel del mar, sequías, desertificación, inundaciones y fenómenos hidrometeorológicos más intensos.
Y si la geografía del desastre corresponde a la geografía de la pobreza, el rostro principal de los desplazamientos internos es de las mujeres y las niñas. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en México y Centroamérica, es 14 veces más probable que una niña o una mujer muera por fenómenos climáticos que un varón.
En este sentido, el Instituto para las Mujeres en la Migración A. C. (IMUMI) ha recomendado al Estado mexicano que es fundamental ampliar la protección jurídica para las personas desplazadas por efectos climáticos, especialmente de las niñas y las mujeres, “ya que actualmente dicho marco es casi inexistente".