Si una familia aprende a gestionar sus finanzas no tiene por qué gastar más que una sola persona. La pregunta es, ¿cómo hacerlo sabiamente? Todo nos lleva a tener un presupuesto organizado, del cuál se puede aprender a base de consejos, o incluso expertos en el área para hacer que las finanzas en tu hogar funcionen adecuadamente.
1Comprueba cuánto gastan
El primer paso necesario para empezar a controlar seriamente las finanzas del hogar es crear un mapa de gastos del hogar. Puede ser simplemente una tabla en un cuaderno o una hoja de cálculo en la que anotamos las cantidades gastadas.
Los gastos se agrupan por tipo, por ejemplo: alimentos, productos químicos y medicinas, cultura, ropa y juguetes, facturas, préstamos, pasivos, salir a comer, otros. Por supuesto, esto es solo una división de ejemplo, lo mejor es crear la propia, teniendo en cuenta las especificidades de cada familia.
Después de un mes de seguimiento, descubrimos en qué gastamos más y si vale la pena incurrir en esos gastos. Un mapa de gastos es la base de acciones encaminadas a reducir compras innecesarias.
2Análisis de gastos por suscripción
El segundo paso importante es el análisis de los gastos de suscripción, que en ocasiones nos olvidamos porque se van solos de la cuenta. Observa las suscripciones telefónicas de toda la familia, el número de recargas telefónicas para tarjetas prepago, los gastos mensuales de acceso a Internet y, lo que es especialmente importante, las tarifas de las plataformas y servicios de streaming que están cargando automáticamente a nuestras tarjetas.
Como sugerencia, se puede hacer una revisión exhaustiva de estos gastos, porque puede resultar que no utilicemos muchos servicios, no siempre se ven muchos paquetes de televisión, ni se visitan muchas plataformas, por lo que solo gastas innecesariamente por ellos cada mes. ¡Puedes ahorrar esa cantidad al mes renunciando a paquetes innecesarios o servicios duplicados!
3¿Cómo no comer en exceso tu dinero?
Desperdiciamos la mayor parte de nuestro dinero en compras pequeñas y cotidianas. Una buena solución resulta ser planificar compras mensuales mayores, lo que te permite ahorrar tiempo y dinero comprando productos en oferta.
Para controlar tus compras diarias (por ejemplo, pan, verduras frescas), es recomendable retirar efectivo en billetes y dividirlo en partes semanales y utilizarlo en las compras. La visión de las menguantes reservas de billetes frena efectivamente el gasto descontrolado. Incluso puedes establecer un presupuesto para comidas fuera de casa.
4¡Arriésgate en un experimento financiero!
Vale la pena hacer un experimento en un mes. Después de completar todas las transferencias y dejar fondos en la cuenta para órdenes permanentes y débitos directos, retiramos los fondos restantes. Dividimos el efectivo en partes correspondientes a las semanas que quedan hasta la próxima recepción de fondos.
Puedes hacer esto usando sobres tradicionales. Cada semana tendremos una determinada cantidad de dinero para gastar, que no se puede superar, y si esto sucede, el exceso será a cargo de las semanas siguientes. ¡Pocos "procedimientos" enseñan disciplina en el gasto con tanta eficacia!
Resulta que cuando vemos que nuestras existencias de billetes se reducen, somos menos propensos a ceder a la tentación de comprar cosas innecesarias. Gracias a esta forma de tratar los fondos puedes tener un mejor ahorro.