El Papa Francisco visitará Luxemburgo el 26 de septiembre y Bélgica del 26 al 29 de septiembre, anunció el 20 de mayo de 2024 la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Este será su 46º viaje al extranjero desde su elección en 2013. Será la primera visita del Papa Francisco a Luxemburgo y Bélgica, dos países visitados por el Papa Juan Pablo II.
El viaje a Luxemburgo y Bélgica se produce dos semanas después de la gran gira del pontífice por el sudeste asiático y Oceanía. La Santa Sede ha anunciado oficialmente un viaje -el más largo del pontificado- a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur del 2 al 13 de septiembre. A sus 87 años, el Papa Francisco muestra regularmente signos de fatiga, y algunos en Roma cuestionan su capacidad para reanudar los viajes al extranjero. El pasado diciembre, no pudo asistir a la cumbre COP28 en Dubai debido a su estado de salud.
La Santa Sede aún no ha dado detalles del programa de la visita del Papa Francisco a Luxemburgo y Bélgica, donde visitará Bruselas, Lovaina y Lovaina la Nueva. "La Conferencia Episcopal belga ha creado un comité nacional para preparar esta visita", explica la Iglesia católica en Bélgica a través de la página web CathoBel.
La visita del Pontífice argentino a Bélgica, donde pasará tres noches, estaba motivada en principio por el 600 aniversario de la Universidad Católica de Lovaina y de la universidad belga de lengua neerlandesa KU Leuven. Según nuestras informaciones, el Papa organizará dos actos distintos para celebrar este aniversario. El domingo por la mañana también se celebrará una gran misa pública en Bruselas.
La última vez que un Papa vino al Reino fue en 1995, cuando lo hizo Juan Pablo II. También vino en 1985, cuando fue recibido por el rey Balduino, ferviente católico.
Un viaje al corazón de Europa
El viaje del Papa al corazón de Europa comenzará en Luxemburgo. Esta escala en el Gran Ducado -además de la visita a Bélgica- suena a estímulo para Jean-Claude Hollerich, cardenal arzobispo de Luxemburgo y estrecho consejero del jefe de la Iglesia católica. Este jesuita de 65 años -como el Papa- se ha convertido poco a poco en una figura central del pontificado. Políglota, pasó 23 años de su vida en misión en Japón y fue elegido por el Papa para asumir el papel estratégico de relator del Sínodo sobre la Sinodalidad, una reflexión mundial destinada a hacer una Iglesia más participativa y acogedora, menos centralizada y clerical.
Desde Luxemburgo, el Papa Francisco podría enviar un mensaje a la Unión Europea, como hizo su predecesor Juan Pablo II en 1985, en la única visita papal al pequeño país. El pontífice polaco saludó a Luxemburgo como un país "a la vanguardia de la construcción de una Europa unida". Durante una misa, también señaló con el dedo la secularización rampante y el riesgo de "olvidar a Dios, o al menos vivir como si no existiera".
También en Bélgica, el Papa Francisco podría dirigirse a Europa, una región del mundo que el pontífice suele poner como ejemplo por su capacidad de pacificación tras dos guerras mundiales, y que se ha visto especialmente sacudida en los dos últimos años por la guerra de Ucrania. En el pasado, el Papa sudamericano también ha criticado en varias ocasiones a este "viejo continente", en particular por su gestión de la crisis de los migrantes y su decadente demografía.
Los pequeños países favoritos del Papa
Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco ha viajado a casi veinte países europeos, 14 de los cuales son miembros de la Unión Europea. Pero, a diferencia de sus dos predecesores, ha evitado conceder visitas de Estado a las naciones que fueron las grandes potencias del catolicismo europeo, como España, Francia y Austria. Tampoco viajó a Alemania o Gran Bretaña.
En su lugar, el Papa dio prioridad a visitar los "países más pequeños", como él mismo los describió. Su primer viaje europeo fue a Albania, en 2014. Esta elección del pontífice argentino refleja su deseo de dedicar su pontificado a las periferias geográficas y existenciales.
