El domingo pasado, el Papa estuvo en Venecia. El próximo jueves, en Roma, lanzará la bula de convocación del Jubileo de 2025. Dentro de quince días, volverá a viajar en helicóptero a Verona. Quizá en junio viaje a Bari, donde se celebrará el G7. Este verano también tiene previsto visitar la ciudad de Trieste. Y un gran viaje -que podría ser el más largo de su pontificado- le llevará a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, del 2 al 13 de septiembre.
En el duodécimo año de su pontificado, el Papa argentino no baja el ritmo, a pesar de que su salud ha planteado dudas en los últimos meses. Aquejado de diversas dolencias respiratorias a finales de 2023, tuvo que cancelar, en el último momento, su viaje previsto a Dubai para la COP 28 sobre el cambio climático.
Más recientemente, a finales de marzo, debilitado por un mes de bronquitis, el Papa decidió no participar en el Vía Crucis del Viernes Santo, dejando su silla vacía en el Coliseo. En aquel momento, los observadores del pequeño mundo del Vaticano tenían un aire de precónclave. "¿Ha comenzado la era post Francisco?", se preguntaba recientemente el semanario francés La Vie. "En el Vaticano han comenzado las maniobras de los adversarios del Papa", titulaba La Croix.
La posibilidad de una renuncia es un tema recurrente en las entrevistas que el 266º Papa concede regularmente a los medios de comunicación. Pero no importa, él repite que esta perspectiva no está en el orden del día. Lo confirman también sus frecuentes salidas para reunirse con todos los sacerdotes de los distintos barrios de Roma; y la reanudación de la lectura de sus discursos -tras semanas en las que delegaba esta tarea en un prelado- atestigua que se ha recuperado claramente de sus problemas de salud. Varios cardenales que se han reunido con él en los últimos días nos han dicho que han visto a un Papa en pleno control de sus facultades intelectuales.
Grandes acontecimientos en su agenda
En el horizonte se perfilan grandes acontecimientos, como la primera Jornada Mundial de la Infancia, que el Papa presidirá los días 25 y 26 de mayo. En dos ocasiones, se reunirá con unos 100 mil niños de un centenar de países en el complejo deportivo del Foro Itálico -a cinco kilómetros del Vaticano- y en la plaza de San Pedro.
El próximo mes de octubre, el Papa participará también en los trabajos del gran Sínodo sobre el futuro de la Iglesia, como ya hizo en la primera sesión de octubre de 2023. "Su extensa gira por Asia y Oceanía no parecía esencial, pero demuestra su determinación. Está enviando una señal a todo el mundo de que el pontificado no se agota", afirma un diplomático sorprendido por su apretada agenda.
